El Estado de Israel, que presume de ser democrático, manipula su propio sistema legal para someter a sus ciudadanos palestinos. Así de contundente fue Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en respuesta a la condena de Israel al poeta palestino Dareen Tatour quien, siendo ciudadano palestino-israelí, fue declarado culpable por un tribunal de Nazaret de presunta incitación a publicar poesía en las redes sociales.

«Cuando Bezalel Smotrich, vicepresidente del Knesset (Parlamento de Israel) tuiteó la semana pasada que el preso infantil palestino Ahed Tamimi debía ser fusilado, no fue responsabilizado por incitar a la violencia o apoyar actos de terror contra los palestinos. El Tribunal de Distrito ha condenado al poeta palestino Dareen Tatour por supuesta ‘incitación’ a publicar su poesía en las redes sociales tres años después de que fue arrestado por primera vez en 2015”, dijo Ashrawi en un comunicado.

Esta escandalosa decisión constituye la verdadera incitación «y es una violación grave e inaceptable de la libertad de opinión y expresión. También reafirma que Israel, que afirma ser un estado democrático, sigue manipulando su propio sistema legal para someter a sus ciudadanos palestinos a políticas injustas y crueles y medidas de discriminación y exclusión social.

Ashrawi afirmó, además, que ya es hora de que la comunidad internacional asuma sus responsabilidades «y ponga fin a las violaciones peligrosas e ilegales de Israel que ponen en peligro los derechos y las libertades fundamentales de todos los palestinos».

La OLP condena las acusaciones de antisemitismo contra Abbas

El secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, Saeb Erekat, afirmó que estaba «profundamente perturbado» por las acusaciones que sugerían que el presidente Mahmoud Abbas es antisemita y que se opone a las negociaciones de paz.

Estas acusaciones, iniciadas por Israel, llegaron después del discurso de Abbas en la sesión de apertura del Consejo Nacional Palestino, en el que presentó evidencias históricas escritas por autores judíos sobre el conflicto en Palestina.

«El presidente Abbas se ha referido repetidamente al Holocausto como el crimen más atroz de la historia. El presidente Abbas es un hombre de paz que ha dedicado toda su carrera política a encontrar una paz justa y duradera basada en el derecho internacional, la libertad, la justicia, la igualdad y la coexistencia entre Israel y Palestina», afirmó Saeb Erekat.

Palestina está comprometida con la libertad de culto y el respeto por el papel que las tres religiones monoteístas tienen en esta tierra y, particularmente, en la capital palestina, Jerusalén.

«Nuestro problema no es con el judaísmo, sino con la negación sistemática por Israel de nuestros derechos. Condenamos todos los intentos de tratar de convertir un conflicto político resoluble en una guerra religiosa, particularmente por el gobierno israelí que constantemente ha hecho uso de la fe para justificar su negación sistemática de los derechos humanos y nacionales del pueblo palestino».

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