El responsable federal de Acción Política, Ángel de la Cruz, ha expuesto hoy en la reunión de la Asamblea Político y Social (APS) de Izquierda Unida que cualquier relación que mantenga esta formación con el Gobierno de Pedro Sánchez “debe seguir enmarcada en una ‘oposición de izquierdas’, apoyando las políticas que sean favorables a las familias trabajadoras y denunciando las que las perjudiquen”. Sobre las actuales negociaciones en marcha indicó de forma explícita que para IU “en ningún caso pueden concluir con un acuerdo de gobierno”.

Esta idea se incluye dentro de la media docena de propuestas concretas que contiene el informe político de coyuntura que De la Cruz expuso ante el Plenario del órgano de decisión política más importante entre congresos de esta formación. Le correspondió hacerlo a él ante la ausencia del coordinador federal, Alberto Garzón, que no ha podido acudir al encuentro tras el nacimiento ayer viernes de su primera hija en Málaga.

Antes de que el dirigente federal iniciara su intervención, todos/as los/as miembros de la APS guardaron de pie un respetuoso minuto de silencio por su compañero Javier Ardines, concejal de IU en Llanes y miembro de IU Asturias asesinado el pasado agosto, así como por las últimas mujeres asesinadas por la violencia machista.

Apostilló que “desde Izquierda Unida apoyaremos todas las medidas que mejoren las condiciones de vida de la clase trabajadora, no otras, porque nosotros no sólo queríamos echar al PP del Gobierno, sino a las políticas que practicaban” y que no pueden seguir con un Ejecutivo que se dice progresista como el del PSOE.

De la Cruz desgranó también entre los principios y propuestas de la ‘hoja de ruta’ marcada por la dirección de IU para los próximos meses que en la medida en que el Gobierno no aspire a tocar la estructura de poder “a través de reformas económicas o de más amplio alcance” seguirá “la reproducción de los problemas cuyos síntomas tenemos hoy en el tablero político”.

Para IU, la negociación abierta respecto al techo del gasto y los próximos Presupuestos Generales debe “garantizar un cambio en la política económica de nuestro país, reforzando los servicios públicos y facilitando la recuperación de las conquistas sociales perdidas en los últimos años”.

El dirigente federal de IU reservó una parte importante de su intervención para avisar sobre el “auge de la extrema derecha” tanto a nivel europeo como en nuestro país. Así, frente a la situación evidente en países de nuestro entorno como Alemania, Italia, Bélgica, Francia, Austria o Noruega, recoge también la advertencia de que tras las elecciones europeas del próximo año “es muy probable que el grupo parlamentario de la extrema derecha nacionalista y xenófoba se convierta en el tercero de importancia en el Parlamento Europeo”.

En lo que tiene que ver con España, comentó que tras décadas de democracia en las que la extrema derecha se ha articulado “a través de otros cauces distintos a los de los países más desarrollados de Europa” de cara también al ciclo electoral de 2019 se augura su desarrollo y la “agudización de la competición en ese lado del espectro político”. De ahí que Izquierda Unida llame a “redoblar esfuerzos para la construcción de un frente antifascista que permita generar amplias alianzas para enfrentar una ofensiva que es una realidad”.

Ángel de la Cruz dedicó también una parte del análisis de coyuntura política a analizar las “particularidades de la derecha” en nuestro país. En el informe expone cómo en los últimos años “se ha potenciado la idea de un patriotismo español pretendidamente cívico” que ha evolucionado hasta la recuperación de la “la noción de España más homogénea y centralizadora”. En ello ha tenido mucho que ver el “espacio idóneo” aprovechado por la derecha que supone la escalada de tensión con el movimiento independentista catalán.

“Se ha visto también en lo evidenciado por los primeros discursos de Pablo Casado como líder del PP, demostrando unas ideas distintas y más ambiciosas que el anterior proyecto institucional de su partido con Rajoy o Soraya Sáenz de Santamaría” que englobó “dentro de la batalla cultural hegemónica dentro de la derecha para conquistar a la sociedad civil” analizó.

Advirtió también que la radicalización de las formaciones de derechas de PP y Ciudadanos lleva aparejada una “polarización política que sitúa al Gobierno del PSOE en el lado progresista y de izquierdas” y ello a pesar incluso de que no lo refleje para nada la política económica que plantea, por ejemplo, algo que IU debe tener muy en cuenta en su quehacer político diario.

De la Cruz abogó por que IU se sitúe más como una “izquierda de clase”, pero no de forma retórica y simbólica, sino avanzando en un proyecto de país cuya base sea una “amplia alianza de la clase trabajadora y los sectores populares fraguada en la movilización social y que se inserte de forma más clara en los conflictos” que importan a la ciudadanía.

Como no podía ser de otra manera, el informe político recoge también entre sus propuestas que “IU reivindica la III República como proyecto de país que sintetiza los deseos de libertad y los anhelos de las familias trabajadoras de las diferentes nacionalidades”. Añade que “seguirá trabajando por construir un bloque histórico capaz de conseguir estos objetivos, conscientes de que la única forma posible de sumar base social suficiente es la participación en los conflictos”.

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