Esta comparecencia, está prevista para las 11:00 horas en los juzgados de Caleta, en Granada capital. Paqui Granados ha declarado que «más que nunca, Juana nos necesita, tenemos que ser muchas y muchos».

Juana Rivas envía una nueva carta, está vez a través de la asociación de menores víctimas de la violencia de género Avanza Sin Miedo

En un comunicado en su facebook Avanza sin Miedo afirma “ queremos hacer llegar la carta que la misma Juana Rivas nos ha hecho llegar como última esperanza para salvar a sus hijos de las garras del maltratador”. Por ello, como asociación de menores, “exigimos que los niños de Juana sean escuchados y protegidos tal y como debería ser”, impidiendo su entrega al maltratador.

“Todos los niños y niñas que integramos Avanza sin Miedo pedimos la ayuda y colaboración para que este mensaje llegue al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza y al Presidente del Tribunal Constitucional, Manuel García-Pelayo”, concluye el comunicado.

Juana Rivas en su nueva carta pide ayuda al presidente del Gobierno  para proteger a sus hijos.

A la atención de los excelentísimos señores Mariano Rajoy (Presidente del Gobierno), José Manuel Maza (Fiscal General del Estado) y Manuel García-Pelayo (Presidente del Tribunal Constitucional)

 Muy señores míos:

Me dirijo personalmente a ustedes con el fin de que intercedan por mis hijos y por mí en esta terrible situación en la que nos encontramos.

Yo estoy haciendo lo único que puedo hacer como madre para protegerlos. Mis únicos recursos son una pequeña maleta, una mínima cantidad de dinero y todo el amor del mundo hacia mis dos hijos, lo mejor que me dio la vida.

El 18 de mayo de 2016 huí del infierno en el que vivíamos mis hijos y yo, sometidos a la violencia diaria de su padre. Él es un maltratador reincidente. Mis hijos son españoles nacidos en España. Hemos permanecido en una pequeña isla italiana (tan grande como 50 campos de fútbol) menos de 3 años.  La casa está en un lugar aislado, en medio del campo, a 8 km del único pueblo. Tantos mis hijos como yo hemos vivido historias de terror en completa soledad, un maltrato severo físico y psicológico.

Y a nivel legal también somos víctimas de toda una cadena de despropósitos e injusticias.

Me están llevando a un callejón sin salida con consecuencias irreparables para el resto de nuestras vidas. ¡Ayúdennos por favor!

Yo no quiero evadirme de la ley, y aún con todo el miedo que me ha producido todos los precedentes, todavía confío en que la justicia española pueda reconducir toda la serie de errores que a mí como madre se me escapan de las manos y oprimen mi corazón.

En la primera sentencia la jueza me pide que devuelva mis hijos a nuestro verdugo aún a pesar de saber que hay episodios de violencia, eso a fecha de 14 de diciembre. Pero es que el 12 de julio yo ya había puesto una denuncia manifestando el maltrato al que estábamos sometidos a diario.

En la segunda sentencia se me vuelve a pedir que entregué a mis hijos al maltratador, pero en esta sentencia se habla de otra situación familiar y de otra niña llamada Estela, imagino que de algún caso anterior. Ahí, en un triste corta y pega que hasta a mí me da vergüenza, queda en evidencia que lo que destroza al resto de nuestras vidas ha sido el desinterés de las instituciones judiciales. Luego todos mis intentos se desestiman sin preguntar siquiera a los niños, sin mirar la Fiscalía los informes psicológicos de mi hijo, sin que el juzgado los evalúe con las garantías legales que marca la ley.

Señores,  yo no he dejado de intentar el camino legal para proteger a mis hijos. Nunca he perdido la esperanza he acudido a todas las instancias oficiales. Ni siquiera me rendí cuando el Tribunal Constitucional desoyó mi petición porque dijo que pedía ayuda demasiado pronto. Tampoco cuando dos semanas después me dijo que ya era demasiado tarde. De verdad que no pierdo la esperanza de que alguien nos proteja.

Hace 3 días volví a pedir ayuda al mismo juzgado que tardo más de un año en derivar me denuncia Italia. En ese entonces me dijeron que no podían atendernos porque el maltratador no estaba en España. Hoy él se pasea libremente en mi ciudad mientras yo me escondo aterrorizada por mis hijos, con toda mi energía puesta en que ellos no acusen esta situación insostenible, en que no noten el tamaño de mi miedo. ¿No pueden detenerle ahora? ¿También tardarán otro año? ¿Es que todavía nadie va a ayudarnos?

Por favor señores, mis hijos y yo corremos un gran peligro. Cierren los ojos unos segundos e imaginen que soy su hija. Por favor, comprendan usted es que mis niños no pueden pagar las horribles consecuencias de errores cometidos por las instituciones.

Escapé de aquella isla donde nadie podía protegernos con la ilusión de llegar a mi amada tierra. Porque yo creía que España era uno de los países mas pioneros y avanzados en la protección de mujeres y niños que caen a manos de este terrorismo doméstico que deja secuelas irreparables. Los dos niños han nacido en España y en el caso del mayor aquí ha vivido hasta los 8 años un juez español ya en 2009 me dio su custodia porque su padre me pegaba ¿me la van a quitar ahora para dársela a él sin haber atendido nuestro caso?

Ahora llevamos un año y tres meses en España en nuestra tierra. Por fin estamos tranquilos y recuperándonos.

Señores, yo allí estaba enfermando, somatizaba cada agresión. Al llegar a España seguí todo el protocolo para las medidas de seguridad ante esta violencia. Mi hijo ha estado meses en terapia y mejorando, tuvo su última sesión en junio. Estamos los tres recuperándonos.

Pero llevo meses de desaliento y desamparo por parte de la justicia española y el miedo ha vuelto atenazar mi estómago. Ya no puedo seguir intentando protegerlos sola. Por favor ayúdenme.

Señor Mariano Rajoy, señor José Manuel Maza, Señor Manuel García-Pelayo, les pido desde lo más profundo de mi corazón que nos ayuden en esta lucha.  Sé que ustedes tienen el poder y suficientes herramientas e instrumentos para usarlos a nivel nacional e internacional. Por favor ayúdenme a dar a mis hijos un futuro digno.

Sé que tienes muchas cosas importantes en las que trabajar, pero lo sé seguro que corremos grave peligro.  Sí, yo me equivoqué hace cuatro años sin creer que era posible que este hombre pudiera cambiar y por eso le di una oportunidad. Me di cuenta pronto de mi error, pero me costó casi tres años salir de allí con mis hijos y poder ponerlos a salvo. No permita que nos envíen de vuelta a vivir allí, por favor. Ayúdenme a protegerlos. Escuchen nos primero, antes de mandarnos de vuelta allí, solo pido eso.

Aún sigo teniendo esperanza en la justicia española. En estos momentos representan para mis hijos una última oportunidad de poder vivir en un entorno sano, libre de miedo y violencia, como cualquier niño merece. ¿Para que ha firmado España tantos tratados y leyes? El Tratado Estambul, la Ley Integral de Violencia de Género, el Estatuto de la víctima, el Pacto de Estado… ¿Es que todo es papel mojado para mis hijos y para mí?

Les envío un cordial saludo con todo mi respeto,

Juana Rivas Gómez.

carta Juana

 

 

 

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