Si algo tiene el PP, además de cientos de casos de corrupción en los juzgados, es una hipocresía que supera con mucho a sus propios principios ideológicos y éticos. En roman paladino, en el PP tienen mucha cara porque siempre se apuntan los logros de otros y se suman a cualquier tema que esté de moda, incluso afirmando que ellos ya lo habían pensado antes. Adolecen de vergüenza alguna para sumarse a un tema como el ecológico después de haber negado en revistas, ponencias y debates la gravedad del cambio climático. Del negacionismo al ecologismo más ferviente en el PP hay un desayuno o la oportunidad de hacerse una foto a codazos (como pasó en la imagen de Colón). Y quien mejor condensa  esa capacidad hipócrita de apuntarse a todas las modas es el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

Curioso que quien se ha hecho fotos quitando maceteros y cuya campaña se basó casi únicamente en quitar Madrid Central para frenar las emisiones de CO2 en el centro de la capital, hoy afirme ser el más ecológico de los ecologistas que habitan en la política española. Martínez Almeida sabe que no ha cancelado totalmente las limitaciones de tráfico en el centro de Madrid no por voluntad ecológica sino judicial. Han sido los tribunales los que se lo han impedido ya que por su parte metería hasta camiones diesel de hace cuarenta años (aquellos Pegaso de cabeza redondeada) para que descarguen en las grandes cadenas de distribución de moda que son las que tienen copada la venta en el centro de la capital. De hecho se ha gastado 3 millones de euros en un atentado lumínico en su pelea por ver quién es más pazguato con el alcalde de Vigo. Sólo encender las luces navideñas produce una contaminación energética impropia de quien se dice ecologista y defensor de la Tierra. Lo mismo se puede aplicar, igual con mayor gravedad, Abel Caballero. A eso súmenle la contaminación lumínica que, por si el señor alcalde no lo sabe, existe.

Un alcalde que rápidamente se ha unido al lobby energético para hacer su paseo triunfal por la COP25. No se ha fotografiado con los indígenas a los que Florentino Pérez está devastando su hábitat, no. Lo ha hecho con el responsable de una empresa energética que está haciendo un poco de greenwashig (o limpieza de imagen ecológica) en la citada reunión. Martínez Almeida, como no puede ser de otra manera, está siempre con los poderosos, la clase dominante, y como buen edecán del verdadero poder negará que todo esto del cambio climático y demás cuestiones ecológicas sea producto del capitalismo. Lo negará porque él defiende el capitalismo salvaje que depreda el planeta y que somete a las personas. Es de los que afirma que el cambio climático provoca movimientos de masas pero nunca mirando la cuestión principal, si el capitalismo está detrás. Jamás admitirá que el sistema que defiende y la ideología que lo acompaña (que es la suya propia) están devastando el planeta. De hecho en la COP25 poco escucharán culpabilizar al sistema económico porque los ecocapitalistas son mayoría en estas reuniones.

Eso sí tiempo para la hipocresía e intentar colocar una distinción que Madrid no tiene el que haga falta. Como pueden ver en el tuit anterior, Martínez Almeida, mediante un video, califica a Madrid como Green Capital (Capital Verde), distintivo que no tiene la capital porque no cumple los requisitos mínimos. De hecho la Unión Europea podría multar al consistorio madrileño porque las emisiones de contaminantes se encuentran muy por encima de los mínimos esenciales para una vida limpia. Lo que valía para Manuela Carmena, vale para el actual primer munícipe. En Madrid el aire es irrespirable pero eso no le impide al alcalde ponerse medallas que no ha ganado y para las que ni ha competido. Debe ocurrir como con los masters de gran parte de los dirigentes del PP, que se los inventan (Hardvaravaca) o se los regalan. En este caso es inventado pero eso no le hace perder la sonrisa a Martínez Almeida, ni tener la caradura de afirmar que su partido está comprometido con el medioambiente y que aplicará todas las medidas que se adopten en la COP25. ¡¡¡Si no es capaz de aplicar las medidas que obliga la Unión Europea!!!

Y como la hipocresía no es de una sola persona, nada mejor que mirar un poco más arriba en la escala del poder del PP para encontrarse con el mayor hipócrita, su presidente Pablo Casado. No sólo ha afirmado que está muy preocupado sino que el mejor exponente del ecologismo en España y la Unión Europea (le ha faltado decir el mundo) es el ex-consejero de Energía y Acción Climática de la Unión Europea Miguel Arias Cañete. El consejero que más veces se ha reunido con los lobbies que campan a sus anchas dentro de la UE. Vamos que ha hecho un gran avance contra los combustibles fósiles junto al presidente de Repsol, por ejemplo. O con Telefónica y el banco de Santander para que les arregle sus problemas. Un compromiso único el mediar en los problemas ecológicos reuniéndose con los principales culpables, no para llevarles por la senda de lo ecológico, sino para que las medidas aprobadas no perjudicaran demasiado a las empresas químicas y petroleras. Y la segunda persona que más reuniones ha tenido con los lobbies energéticos ha sido su director general de Energía, Dominique Ristori. Como se puede comprobar, todo un apoyo a lo medioambiental gracias a las reuniones con los lobbies negacionistas del cambio climático o los que piden que no se les graven sus beneficios con tasas ecológicas.

Tienen cara para esto y mucho más. Niegan cualquier realidad que les pueda chafar apuntarse cualquier medalla. De hecho en Ciudadanos, que son los cuñadistas más capaces de estar dentro y fuera a la vez, han aprendido de ellos ese fariseísmo. Lo que en el tema ecológico se traduce en decir que sí a todas las propuestas y después tan sólo ejecutar aquellas que sean obligatorias y que no perjudiquen los intereses de la fracción energética española o internacional. Son negacionistas, como lo es su principal mentor en la sombra José María Aznar, y ecologistas al mismo tiempo. Mejor dicho, ecocapitalistas porque si se puede sacar un beneficio a la lucha contra el cambio climático pues se apoya siempre. ¿Por qué creen que Martínez Almeida apoya la COP25? Porque dejará buenos millones de euros en las arcas. Donde hay pasta que rascar allí estarán siempre apoyando aunque ello conlleve banalizar el mal.

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