La Operación Chamartín –un macroproyecto urbanístico participado al 75 por ciento por el BBVA y al 25 por ciento por la constructora Grupo San José– contempla apenas 2.200 viviendas protegidas de las 11.000 inicialmente proyectadas. Ese bajo porcentaje choca con la política social que propugna el programa electoral de Ahora Madrid, la plataforma de la alcaldesa Manuela Carmena que gobierna el consistorio municipal. Madrid Nuevo Norte (el nombre con el que ha sido rebautizado el plan de urbanización del PP paralizado por la crisis) contempla más de un millón de metros cuadrados residenciales, sobre los que se edificarán en su mayoría viviendas de libre propiedad.

Según el informe del Instituto por la Democracia y el Municipalismo, el proyecto adjudicado adolece de información sobre vivienda pública y en régimen de alquiler. Las casas se distribuyen de la siguiente manera: 3.000 en La Malmea (el 20% de protección oficial); 4.250 en Fuencarral-Tres Olivos (el 20% de protección); 750 en Las Tablas (el 20% de protección); y 3.000 en el Centro de Negocios, previsiblemente de lujo, aunque el 20% se anuncian como de protección oficial.

El Centro de Negocios (todo el espacio al sur de la M30 menos la estación de Chamartín) dispondrá de 1.200.000 metros cuadrados de suelo terciario –es decir, para actividad comercial, de negocios y empresarial– además de las 3.000 viviendas planificadas. “Aunque no se habla de ello, es evidente que esta edificabilidad no cabe fácilmente en el suelo ocupable, a pesar de la incorporación de las dos hectáreas de la Colonia Campamento”, según el dosier que maneja el Instituto por la Democracia.

Los vecinos alertan de que “habrá que luchar” para mantener, por ejemplo, la zona deportiva de la EMT y que “habrá que estar atentos” a la distribución de las torres que se proyectan en la zona, para que “no se asfixie” a San Cristóbal y Mauricio Legendre. Las informaciones que se barajan apuntan a que pueden levantarse varios rascacielos como las “torres florentinas” de La Castellana.

La Malmea (desde la M30 a Cardenal Herrera Oria) contará con 150.000 metros cuadrados de edificios de actividad económica, además de 3.000 viviendas. En el punto 15 del proyecto se especifica que habrá “un periodo transitorio para el traslado de las actividades existentes”. Es decir, desaparecerá el tejido urbano actual y las actividades económicas y empleo existentes, en contra de lo ofrecido inicialmente. Aparentemente, en esta zona se incluirá un nuevo parque lineal, “pero no se sabe que quieren hacer con el Canal”. El citado punto establece que “las tipologías previstas deberán tener en cuenta las existentes e integrarse en los tejidos urbanos de borde”. No hay mención a las redes viarias y accesos (salvo donde se dice que se potenciarán “las conexiones transversales entre distritos”), ni sobre el transporte público, la movilidad o la necesidad de equipamientos.

Fuencarral-Tres Olivos (desde Cardenal Herrera Oria hasta el nudo de Fuencarral) contará con 100.000 metros cuadrados de edificios de actividad económica, además de 4.250 viviendas. En principio, según los detractores del plan, tampoco hay “mención a las redes viarias y accesos” (salvo en el punto 15: potenciar “las conexiones transversales entre distritos”) como Llano Castellano, la Nueva Castellana, la afección a Nuestra Señora de Valverde, ni sobre el transporte público (por ejemplo la estación de Cercanías), la movilidad o las necesidades de equipamientos.

Las Tablas (franja entre la playa de vías de Fuencarral y el barrio de Las Tablas) dispondrá de 130.000 metros cuadrados de edificios de actividad económica, además de 750 viviendas. “No hay menciones al aumento de congestión y de déficit de servicios que implicará para el barrio de Las Tablas, ni a si este Ensanche va a proporcionar nuevo suelo de equipamiento”.

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