El problema, que se viene denunciando en estas mismas páginas, que Gabriel Amat, en su mirada urbanística de Roquetas de Mar, puede generar en Las Salinas de San Rafael de Roquetas de Mar, ha topado con la acción de Podemos. La diputada de la formación morada, Isabel Franco, ha presentado tres preguntas relativas al entorno natural de las Salinas para su respuesta por parte del gobierno.

Estas preguntas surgen de la reunión mantenida en Roquetas, el pasado mes de febrero, por parte de la diputada con la Plataforma Salvemos las Salinas, donde le expusieron el macroproyecto urbanístico consistente en 8.000 viviendas, con torres de hasta 28 plantas aprobado por el ayuntamiento roquetero con los votos del partido popular y la tránsfuga del PSOE, María José López Carmona. En este sentido, a la diputada le resulta «inconcebible que Gabriel Amat vuelva a apostar por la especulación urbanística en un municipio con miles de viviendas vacías y contra el patrimonio histórico, medioambiental y cultural de Roquetas».

El movimiento asociativo roquetero ve cómo Podemos lleva al Congreso de los Diputados sus reivindicaciones. “Frente al actual proyecto de destruir las Salinas y ahogar a la Ribera de la Algaida, el conjunto de asociaciones coincidimos en la necesidad de un proyecto alternativo para esta zona, que proteja sus valores naturales e históricos” expresaron los colectivos levantados contra el alcalde. Unos vecinos y vecinas que entienden que Las Salinas deberían ser el pulmón verde de la ciudad, así como una especie de museo al aire libre, nunca un hormiguero de seres humanos en distintas formas de urbanización.

La primera de ellas interpela al gobierno si ha realizado alguna actuación para iniciar de nuevo el deslinde del tramo de costa de las Salinas de San Rafael y la Ribera de la Algaida, paralizado en 2010 por la audiencia nacional al dictarse el expediente fuera de plazo. Las otras dos cuestiones preguntan al gobierno sobre su conocimiento del mal estado de conservación del tramo de costas correspondiente a las Salinas de San Rafael y la Ribera de la Algaida, así como si tiene previsto el gobierno realizar labores de limpieza y restauración de la vía pecuaria del mismo.

En la misma línea, la diputada andaluza de Podemos, Lucía Ayala, presentó el pasado mes de febrero en la Comisión de Cultura del Parlamento Andaluz, una proposición no de ley instando a declarar las Salinas de San Rafael como BIC. Proposición que fue rechazada con los votos en contra de PSOE y PP y que, como la misma Ayala afirmó, espera que “el PSOE reflexione y apueste por la protección de las Salinas, y no por apoyar los negocios de Amat y el PP, basados en el fallido modelo del ladrillo”.

Una modificación urbanística donde el propio alcalde roquetero, Gabriel Amat, tiene intereses familiares, como se denunció en Diario 16. Familiares del alcalde, quien presuntamente controla también sociedades mediante testaferros según los informes policiales del caso Amat, poseen cerca de 700.000 metros cuadrados en la zona y, además, se encuentran vinculados empresarialmente a las empresas constructoras de la zona. Además, hay que contar con los intereses empresariales del Banco de Santander, a través de la “incautada” Aliseda Inmobiliaria del Banco Popular, de Colonial u otras empresas y bancos. Mucho dinero en juego y muchos intereses personales que proteger.

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