Cuando se carece de ética sucede que se hacen gracias cuando uno debería estar callado, agachar la cabeza e intentar solucionar las cosas. Se creen en el PP Andaluz que, tras colocar a todos los familiares en la Consejería de Salud y Familia, el rancho es suyo y pueden hacer lo que quieran. Así parece en el caso del consejero Jesús Aguirre que, faltando al mínimo decoro, cuando se produjo el primer aborto a causa del brote de listeria, por la carencia de controles de la empresa Magrudis, le dijo a la mujer que se haría una foto con ella cuando tuviese otro bebé. Hay que ser mala persona, carecer de ética y de humanidad, aunque se postre cincuenta veces en la Macarena, al lado de la tumba de Queipo de Llano como no se puede dudar.

En casos similares puede haber habido un error humano y lo normal es dar todas las explicaciones necesarias para no crear alarmismo social y actuar con contundencia contra la empresa causante y los organismos que no hubiesen actuado adecuadamente. Con las personas que sufren ese descuido mucha comprensión, apoyo y solidaridad más si cabe cuando pierden a un hijo o hija que venía en camino. O con el chaval que tiene cáncer y ahora se ha visto afectado con esta infección que le puede llevar camino del cementerio. Pues no, el señor Aguirre ni da explicaciones, ni asume que realmente la culpa no es un error humano sino producto del mal trabajo de las instituciones públicas, ni aplica medidas contundentes (administrativas claro) contra el empresario. Hacerse fotos es lo que quiere el inhumano consejero que al ritmo que van abortando las mujeres infectadas le van a dejar sin agenda suficiente para hacerse todas las fotos.

No piensen que esto es sólo producto de la incapacidad de gestión de un señor y su equipo, no, esto es más grave y afecta al modo de entender la política del PP, especialmente en su rama andaluza (aquí todo el seguimiento del caso por Natalio Blanco). De los hilillos negros a hacerse fotos con mujeres que han perdido un hijo deseado, o dejar de echar huesos al cocido de la malagueña. La culpa nunca es suya es de otros, o del primer funcionario que encuentren. Como pasa con la corrupción que siempre es de otros en el partido pero acaban en el juzgado los padres putativos de los actuales mandamases… de momento. Cuando le pasa a otro partido abren la caja de Pandora de los insultos y la persecución mediática. Cuando les toca a ellos, con añadido de señorito en Andalucía, o bien es porque algo hicieron mal los que estuvieron antes que ellos (aunque hayan pasado 24 años como en Madrid), o bien es que la virgen ha castigado al pueblo por pecar. Siempre tienen una excusa carente de moral porque en el PP son seres amorales en su mayoría y piensan que el poder es parte de su patrimonio.

¿Han visto a Juan Manuel Moreno Bonilla o a su consejero áulico Elías Bendodo preocupados? No, ni los verán, que se recuperen y poco más. A esperar que escampe y aquí no ha pasado nada. A las personas infectadas les intentarán comprar el silencio, dirán que FACUA es una organización bolivariana y al final será Pedro Sánchez el culpable. “Vamos a recuperar las competencias de Salud alimentaria, en este ámbito no deben existir bicefalias. El Servicio Andaluz de Salud debe ser el único competente en esta materia” es todo lo que ha dicho con cierta enjundia, esto es, algo meramente competencial y administrativo que no resuelve el problema y la incapacidad para dar cuenta del brote a tiempo.

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