Por donde menos lo esperaba Pedro Sánchez puede que surja uno de los debates más intensos del fin de semana del 39° Congreso del PSOE, junto a la modificación de estatutos. Las Juventudes Socialistas, siempre tan de izquierdas ellas, presentarán una enmienda para que se legalices en España los vientres de alquiler. La por otros llamada gestación subrogada que tanto defiende Ciudadanos, en su mercantilización de la vida humana, no cuenta con grandes apoyos dentro del feminismo socialista, ni del propio secretario general.

En declaraciones de hace tiempo Sánchez ya se manifestó que no estaba de acuerdo en “usar el cuerpo de la mujer ni para la prostitución ni para la mal llamada maternidad subrogada”. Amelia Valcárcel también ha venido manifestándose en contra de esta situación de mercantilización del cuerpo de la mujer: “Todo lo que sea comercializar con el cuerpo de las mujeres mediante trata, prostitución o vientres de alquiler no puede formar parte de las ideas que nos remiten a la tradición socialista”. Debe ser que en JJSS no se atienen a la tradición socialista y sí a la mercantil.

Regular los vientres de alquiler mientras se lucha contra la explotación de hombre por el hombre introduce una fuerte paradoja dentro del pensamiento que dicen defender en las JJSS. Además, de un claro componente machista. Y no son los únicos. Existen muchas personas, algunas que acudirán como delegados al propio Congreso Federal, que sí apoyan la regulación de la explotación de los vientres de alquiler. Por ello no han tardado en enviar, desde Tribuna Feminista, una carta al propio PSOE en la que comienzan denunciando como intereses particulares: “Muchas de estas personas tienen un interés privado bien porque ya estén incursos en un proceso de esta naturaleza, bien porque esperen hacerlo en un futuro nada lejano”.

Para las feministas los vientres de alquiler suponen: 1) Una anulación de derechos fundamentales porque, mediante contrato, la madre renuncia de forma irrevocable al derecho de filiación; 2) La práctica del alquiler de vientres da por válido el mercado reproductivo y la explotación reproductiva de las mujeres, porque no hay mercado para la demanda existente y la oferta altruista; 3) La libertad individual no puede atentar contra los derechos humanos; 4) Los derechos no se pueden ceder ni vender, son inalienables, salvo que se hagan al propio Estado como en los casos de entrega voluntaria para adopciones.

Sánchez y toda la dirigencia del PSOE anterior están en contra de los vientres de alquiler pero ¿lo están todos los delegados y delegadas? Y ¿los lobbies de identidad del seno del PSOE están todos de acuerdo? Eso se conocerá en próximo fin de semana.

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