En Ciudadanos han demostrado que tienen cara para cualquier cosa y más. No es que sean veletas, que es algo típico del periodo electoral en muchas ocasiones, sino que hacen gala del cuñadismo. Hoy opinan A y mañana B apuntándose el tanto, diciendo que es lo mejor que ha parido madre y encima dejando de tonto o tonta a quien ha propuesto la idea. En esta ocasión siguen por ese camino añadiendo la negación de la realidad. Tal y como es doctrina cuñadista. Niegan la mayor y la menor si hace falta y si han apoyado cuatro años a Susana Díaz en la presidencia de la Junta de Andalucía se olvidan con suma rapidez sin sufrir ningún tipo de deterioro mental. Pero las imágenes valen más que mil palabras. Y se ha producido, se viene produciendo mejor dicho porque son ya varias las ocasiones, una imagen curiosa de Juan Marín, supuesto candidato a la presidencia de la Junta.

Ese palo para selfies, que saca tan rápido como Anthony Steffen el revolver en los spaghetti westerns, no sólo ha sido comprado para utilizarlo junto a sus jefes de partido, como se puede ver en la imagen, sino para apoyar a Susana Díaz el día de la votación para renovar como presidenta de la Junta. Lo utilizará para votar desde la puerta y decir sí a cuatro años más de co-gobierno de PSOE-A y Cs. Así, utilizándolo de lejos, intentará no escuchar los vituperios que, con razón, le lanzarán Juan Manuel Moreno Bonilla y Teresa Rodríguez. Porque como venimos comentando en estas mismas páginas lo de no apoyar a Díaz es postureo.

Ninguna decisión puede tomar Marín por su cuenta, la secta naranja no lo permite. Así que Albert Rivera le ha mandado que atice lo que pueda a Díaz para desgastar al PSOE pero sin pasarse porque serán aliados si, y sólo si, Ciudadanos y PP no suman. Algo que ninguna encuesta pronostica. Ni las de la Caverna lo hacen. Así que Rivera le deja que se envalentone un poco para hacer daño a Pedro Sánchez que es poco menos que ETA. Y Díaz aunque sea del partido del peligroso Sánchez, es de las socialdemócratas que molan y con las que se puede hablar. Como Emiliano García-Page. Así que la táctica es dañar pero no lesionar, no vaya a ser que le se le calienten los cascos y apueste por un gobierno con Adelante Andalucía. Y ahí serían ETA, el populismo y las diez plagas de Egipto.

Tampoco es que el candidato naranja esté muy lúcido, por mucho empeño que ponga. Se conoce que es el padre del clan de la manzanilla y por eso se le ha permitido volver a ser candidato a la presidencia, pese a que quien realmente gustaba a Rivera y las gentes de la cúpula naranja era Javier Imbroda, tanto como para sacarle un articulito en El País. Y con algunas declaraciones Marín cava su propia tumba. Retuitea un tuit de José Manuel Villegas (que pueden ver más arriba) con un tono muy triunfalista sin percatarse de que la encuesta, ni en la mejor parte de la horquilla para la derecha, les permite sumar. Por lo que su frase, “Ahora sí estamos muy cerca de conseguirlo”, o bien es voluntarismo, o le ha salido el inconsciente reprimido para no decir que apoyarán a Díaz. ¿Conseguir el qué? Porque ganar al PP de Bonilla no tiene ningún mérito, él solo ya se encarga de destrozar su partido y cuando llega su jefe lo hacen a dúo. Quedar segundos tiene un valor inmenso pero fuera de Andalucía o a nivel estatal para ganarse el completo apoyo del establishment. ¿Qué piensa conseguir Marín? Seguir cuatro años más sin pegar un palo al agua que es la impresión que tienen las andaluzas y andaluces de su acción estos últimos cuatro años apoyando todo lo que decía Díaz.

“Cs tiene proyecto para Andalucía y lo hemos demostrado en los últimos años desde el Parlamento: arrancando a Chaves y Griñán de sus escaños, eliminando el impuesto de sucesiones, bajando impuestos e impulsando reformas útiles” dijo en el acto gaditano. Y si alguien lo lee pues piensa que no ha sido una mala legislatura entonces. Eso sí, si leen lo otro que dijo, pues se quedan obnubilados: “Cuando la señora Díaz dice que hablemos en acento andaluz, no quiere hablar de las realidades de Andalucía. No quiere hablar del paro, de la falta de oportunidades e innovación, del fracaso escolar o de la corrupción. A esto nos ha traído el PSOE en estos casi 40 años”. Pero ¿no han conseguido revitalizar con reformas útiles y tienen un paro muy grande, sin innovación? ¿No habían acabado con la corrupción y vuelve a aparecer? Es el ejemplo más claro de cuñadismo ideológico, lo malo es culpa del otro o la otra siempre, la secta naranja nada más que acierta. Normal no que les crean y que, por mucho que digan, su única pelea en estas elecciones es para quedar por delante del PP, incluso si Adelante Andalucía les adelantase no les importaría aunque sean populistas. Un PP hundido les viene de perlas. Andalucía si eso otro día les importará. Sólo quieren el poder para implantar por la fuerza las órdenes que reciben de arriba y su visión sobre cómo deben ser los españoles y españolas. Por eso Marín se compró el palo de selfies.

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