Fuente: FC Barcelona

Según nos cuentan los medios de comunicación deportivos, el presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, está decidido a que su jugador más rutilante no salga del club si antes no abona 700 millones de euros. No quiere quedar como el presidente que vendió a Lionel Messi y así poder pasearse por las calles de Barcelona sin riesgo de que algún fanático le dé un buen mamporro. De ahí que esté moviendo todos los hilos mediáticos para que dejen en mal lugar al jugador, el cual permanece callado sabiendo que si habla no habrá sitio en Cataluña donde Bartomeu se pueda esconder por un par de siglos.

Mientras distintos “gurús” de los medios deportivos pontificando sobre algo de lo que acrecen por completo de conocimiento mínimo. Ninguno parece haber estudiado derecho laboral, ni actúa de acuerdo al mínimo periodístico. Hablan y no paran del contrato del jugador con una pose grave pero sin haber mostrado ese contrato. Si lo han visto y poseen copia del mismo, deberían darle publicidad (sin nombres, datos personales y lo que se entiende como puramente privado), si no lo han visto deberían callarse porque dan vergüenza ajena. Hablan sin saber o esconden las pruebas que cualquiera podría valorar. Como se contó hace unos días, Onda Cero desveló la existencia de un otrosí que haría inútil la cláusula de 700 millones. ¿Por qué lo callan la mayoría de medios? ¿Qué intereses existen? Normal que Javier Tebas lo oculte pues se le está cayendo el chiringuito que tiene en La Liga a trozos, por culpa suya además. Pero el resto de periodistas ¿a quién se deben? ¿A la verdad o a las directivas?

Messi está en un situación peliaguda, más por lo anímico que por lo económico o judicial, pues debe decidir entre quedarse un año más en Barcelona e irse gratis el año que viene, o salir vía judicial. La segunda conlleva un cierto riesgo pues no existe certeza de que un juez le deje salir gratis, así que lo más probable es que imponga una cláusula baja personal (no puede abonarla un club sino él con su patrimonio). Una salida de unos 20 millones de euros o poco más que tendría él que pagar. No le obligará nunca a los 700 millones si es cierto que existe ese otrosí que desveló Onda Cero o si el salario del último año resultó recortado en un 70% como se ha comentado. Ese riesgo judicial existe y el jugador deberá valorar si se arriesga a pagar personalmente 20, 30 o 50 millones de euros. También puede “hacerse un Bale”, esto es, pasarse el último año que le resta de contrato quejándose de todos los dolores que seguro tiene; pidiendo la baja médica en los partidos que no le apetezca jugar; no rebajar ni un euro al club de su contrato (para eso está firmado) y echar en la buchaca 50 millones limpios por jugar dos momentos mientras negocia su próximo contrato.

¿Le interesa a Bartomeu que se quede? Si no logra reparar las cuentas del último año, no. Deberá la junta directiva hacer frente con su patrimonio personal por esas pérdidas. Tampoco quiere que se marche si él queda marcado como culpable. Así que sólo le queda rizar el rizo, como ya está haciendo, manchando el nombre de su máxima estrella o aceptar una salida siempre y cuando Messi firme un contrato de confidencialidad, es decir, de silencio. Messi si se queda no se callará y hablará de Bartomeu seguramente. En esta situación no descarten que Bartomeu, que sale en enero del club, se “cague dentro” antes de salir y deje un pufo de 120 millones con Messi en la grada. Eso pensando que un juez le va a pedir 700 millones al jugador, algo que nunca ocurrirá y sabe Bartomeu que ese riesgo está ahí.

Mientras algunos presentadores, haciendo gala de mucha soberbia, dicen que el burofax que mandó Messi es puro postureo, la realidad es que el jugador ha solicitado con 15 días de antelación su baja como trabajador del club. El jueves que viene, siguiendo el procedimiento laboral de rescisión de contratos, el FC Barcelona debería tener un finiquito de más de 20 millones de euros (billete sobre billete) para Messi. En ese momento es cuando deberán pedirle los 700 millones si ficha por algún otro club, algo que deberá resolver magistratura de Trabajo. Pero el jueves que viene, si quieren los abogados del jugador, será Messi libre contractualmente. ¿Tendrá el FC Barcelona el dinero suficiente en líquido para pagar a Messi? ¿Le debe algo el FC Barcelona al jugador de la temporada anterior que evite que éste les denuncie en la Federación y pueda suponer el descenso de categoría? Es todo mucho más complicado de lo que les venden algunos medios de comunicación con intereses personales. Ajustado a derecho Messi, más allá de lo emotivo, lo tiene muy fácil para salir. Es más podría esperar el tiempo suficiente porque, tal y como establece la normativa FIFA, desde el próximo jueves sería libre y por tanto “fichable” por cualquier equipo fuera de las franjas temporales habilitadas a tal efecto por UEFA-FIFA.

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