DÍAZ AYUSO PARTICIPA EN LA REUNIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE TABARNIA EN MADRID

Las bufonadas tienen gracia bajo ciertas circunstancias, como lo tienen las verdades que se ponen de manifiesto. La invención de Tabarnia, en el momento álgido del secesionismo catalán, fue una buena muestra de ello. Utilizar el esperpento como mecanismo político frente a una deriva sediciosa (tal y como acordaron los tribunales de justicia) fue una brillante idea. Ponía frente al espejo al emperador desnudo, al rey idiota o al president autoritario (sí, ese que sigue fugado con el apoyo de la Unión Europea).

Idear una región nueva donde predominan los español-parlantes, a la vez que se solicitaba un referéndum de independencia de Cataluña, mediante el mismo procedimiento de los secesionistas, fue una irreverencia brillante. Una Tabarnia independiente como comunidad autónoma frente al independentismo más radical, xenófobo y autoritario que ha actuado. Y se dice actuado porque los anteriores eran iguales o peores pero estaban más tranquilos, salvo en los años 1930s que son precursores de esta ignominia que sufren los ciudadanos españoles en Cataluña.

Tabarnia, ese mecanismo irreverente

Hasta ahí nada que reprochar. Como también tiene su gracia esa web donde indican lo rica que es Tabarnia. Ya no hay un peligro inminente de sedición, se han acongojado bastante al ver pasar por el maco a los que se creían intocables, pero sigue existiendo una constante persecución de todo aquello que huela a español, a libertad de expresión, conciencia y actuación. ¿Les está dejando hacer el gobierno? Sí, negarlo es estúpido. Ha mejorado el clima hostil pero siguen creyendo que pueden imponer sus cosas a los demás.

Tabarnia como símbolo, bufónico (si es que se puede utilizar esta palabra), es necesaria en Cataluña. Sí, en Cataluña no en otros lugares de España donde lo que es irreverente pasa a ser grotesco y una completa estupidez. A la mayoría de españoles no les molesta que los tabarneses intenten tener su hueco en los medios de comunicación estatales. Es lógico y necesario. Son compatriotas que lo están pasando regular por culpa de una clase política catalana que está llevando a la región a la quiebra y la pérdida de servicios básicos para la ciudadanía por desviar dineros a otras estupideces. Apoyo desde los medios y acción judicial. Pero hacer el gilipollas, como dice un buen madrileño, pues no.

Poner la idea al servicio de una parte

Nombrar a Isabel Díaz Ayuso (o cualquier otro presidente regional) como presidenta de Tabarnia en Madrid es un paripé de los grandes. Supone posicionarse en un lado del espectro político, en el trumpismo político ese que han criticado al fugado Puigdemont, que hace de Tabarnia algo de parte. Ya no es una propuesta de la sociedad civil, de la ciudadanía (por mucho que haya algún político metido), ahora es una actuación que vira hacia un lado por cuatro perras gordas y dos palmaditas en la espalda.

Lo paradójico es que los presidentes del PP en regiones con una lengua propia actúan igual que en Cataluña. Sólo hay que ver la gallecización con Feijóo o la valencianización con Camps. No piden la independencia, de momento, pero algunos males de los que se quejan los tabarneses están en esas regiones presentes. En esto calla Toni Cantó no vaya a ser que le desmonten su chiringuito.

Tabarnia ¿es democrática o un ínsula autoritaria?

Que los representantes de Tabarnia sean Boadella, Guasch, Girauta o Castrillón vale como bufonada, en el buen sentido de la palabra, pero hacer ver que son una especie de intelligentzia del invento es pasarse. Al menos hay dos personajes que se han posicionado en cierta parte del espectro político con total claridad, con uno intentando aparentar ser una especie de intelectual orgánico de lo que sea. Sí, de lo que sea porque le da igual quien ponga el dinero para vivir del cuento… nacionalista español. ¿No eran malos los nacionalismos en sí, señor Girauta?

Como mecanismo crítico tiene su valor pero cuando comienzan a reproducirse los mismos defectos de los secesionistas, esos tics autoritarios, ese ponerse por encima de la democracia misma y es decidir encarnar la única opción válida para Cataluña, malo. Porque esa Asamblea Nacional de Tabarnia ¿quién la ha elegido? Ya que nombran presidenta en Madrid ¿qué órgano democrático ha decidido eso? Boadella ha estado a sueldo de la Comunidad de Madrid muchos años ¿quiere volver? El toledano Girauta ¿busca un chiringuito porque con lo de las columnas de ABC no le llega? Carece todo de sentido, siguiendo la estela irreverente, salvo que haya paguita por detrás.

Y luego Díaz nombrando embajadores, asemejándose a Isabel I como unificadora de reinos bajo su potestad (lo cual demuestra que de Historia no tiene ni idea, algo que no asombra) y toda las astracanadas que han seguido hace que cualquier persona, de derechas, de izquierdas o mediopensionista, se pregunte ¿no tienen familiares que les digan que están haciendo el ridículo? Parece que no, pues amenazan con más presidentes a los que nombrarán cualquier cosa ¿serán todos del PP? Malo ¿Habrá alguno del PSOE? Malo también, porque pierde el sentido ciudadano que tenía la propuesta.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here