Fuente: El Chiringuito

Mal verano para el programa más visto del panorama deportivo futbolístico de las noches televisivas. Tampoco es que los competidores tengan millones de espectadores, no llegan ni a cien mil la mayoría de los días… todos. Un liderazgo televisivo mucho más basado en el circo que en la información veraz; más pensado para gritar y actuar –se rumorea maliciosamente que está “guionizado”- que para debatir con criterio futbolístico; una muestra más de la dictadura del duopolio informativo que se vive en España. Es un teatro entre un agonístico Real Madrid-FC Barcelona continuado y hasta ahí tiene sus seguidores y su gracia, el problema es cuando pretenden hacer información más allá de ser las voces de sus amos…

En noviembre de 2020 Josep Pedrerol, factótum de lo futbolístico en La Sexta y Mega, prometió dimitir si Ramos y Messi salían de sus respectivos equipos. Meses después ha venido montando un teatrillo sobre el cumplimiento de su palabra o no que se ha saldado con una bajada de pantalones, con un achantamiento hiperbólico. Que no tenga palabra quien gusta de mirar más en sus programas hacia el amarillismo y el espectáculo es lo normal. Más cuando perdería  un pastón de dinero y las cosas no están para buscar trabajo siendo cincuentón. Si el discurso que hizo el jueves por la noche, lo hace el primer día, se le habría catalogado de cagón y falso pero al otro día las personas estarían a lo de Mbappé (cuatro años de turra) o a las lágrimas de los culés por la pérdida de Messi. Pero no. Tenía que montar el show, además con ÉL de protagonista, con ÉL de mesías de la comunicación deportiva, con ÉL sin más.

En el mensaje anterior tienen el vídeo donde habla de la decisión de quedarse. No verán un acto de constricción, de envainársela por haber prometido lo que sabía que nunca cumpliría de producirse el acontecimiento –si hubiese leído a Leucipo y Demócrito (o más actual a Althusser) sabría que las posibilidades de que se produjese ese acontecimiento estaban ahí-, sino más bien un acto de prepotencia. Cuando realizó una encuesta en su programa para que la audiencia decidiera si se iba o quedaba, venció rotundamente que dimitiese. Eso debió sentarle muy mal a su ego. Por ello es normal que acabe buscando la salida en los apoyos de los que le han pedido que se quede y denostando a los que le piden que cumpla. Aduce que fue una hipérbole. No, una hipérbole no es la figura retórica que incluya una exageración en forma de promesa. Es una exageración dentro de la propia frase. Decir “Los contertulios de El chiringuito son todos premios Pulitzer” sí es una hipérbole. Lo que hizo fue marcase un farol (ahí tienen una canción sobre el tema) y perderlo. Ahora ya se sabe que es un cagoncete con las promesas y a otra cosa mariposa.

El fracaso y rapto de exclusivas

El problema más grande, además de la turra Mbappé y demás merengonadas típicas, es que llevan un verano donde no aciertan ni una de las exclusivas que ofrecen todos los días, o se apropian de exclusivas de otros medios/periodistas (especialmente del extranjero) para dar una pátina de información a lo que es un teatro, lamentable en algunas ocasiones. Se apropiaron de la información de Mundo Deportivo sobre el trueque Griezmann/Saúl; se han apropiado la exclusiva de otros fichajes y les han pintado la cara, en este caso el propio interfecto, con la petición de Ancelotti para que volviese Cristiano Ronaldo. Llevan vendiendo a João Félix desde diciembre. Y no paran de ser recriminados en redes sociales por la falta de profesionalidad.

Realmente su impacto es más en las redes sociales que en la propia emisión del programa (casi un 8% de share) y ahí es donde son más contestados, con pruebas como artículos de otros medios en todas estas exclusivas que se marcan. Es verdad que acertaron una (la de Messi ni la vieron venir), pero llevan vendiendo motos y soltando humo todo el verano. Incluso, salvo Tomás Roncero –todo hay que decirlo-, se atrevieron a poner a parir a la selección española antes de jugar el primer partido y se la envainaron hasta llegar a semifinales. Eso sí, todo el torneo mirando más a la Croacia de Modric, a la Francia de Mbappé, a la Bélgica de Hazard, a la selección X más jugador del Madrid.

Total tampoco es para montar esos espectáculos cuando se está ante La Liga más aburrida de los últimos años. ¿Sorprendente calificativo o no tanto? Tras minusvalorar el triunfo del Atlético de Madrid, en general sólo hablan del equipo rojiblanco para mal y con los colaboradores necesarios que todo el mundo conoce, ahora resulta que es aburrida porque… ¿le ha dicho el jefe que hay que ir con todo contra Tebas y malmeter contra el producto? O más bien ¿es aburrida porque el Real Madrid sólo ha fichado a Alaba y se ha ido Messi? Esto es, es aburrida porque el duopolio tiene dudas sobre la posibilidad de hacer y deshacer a su antojo como pasaba hasta ayer mismo. Que en El Chiringuito son los portavoces oficiosos del presidente del equipo blanco es la comidilla que existe en todo el mundo futbolístico. La entrevista sobre la fracasada Superliga está ahí. Como espectáculo con sus bufones, sus equilibristas, sus cómicos y demás fieras nadie les discute, pero como informadores, este verano, han dejado mucho que desear. Aunque el verano anterior hicieron el ridículo ocultando a Rubén Uría con la exclusiva –esta sí- de la entrevista con Messi.

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