Están las derechas andaluzas con mucha tensión, con mucho canguelo, y eso tenía que explotar por algún lado. Ha sido Juan Marín candidato de Ciudadanos quien, rompiendo con su imagen de timorato, ha sacado la chulería típica de las gentes de derechas para lanzar una advertencia a Juan Manuel Moreno Bonilla. No ha sido el típico “sujétame el cubata”, no. Ha sido una andanada del tipo “usted no sabe con quién se está metiendo”. Y todo porque el dirigente del PP-A ha dicho lo que piensa todo el mundo en Andalucía y parte del Occidente. Cuando se ejerce el cuñadismo ideológico pasa que en algún momento te dicen, como al rey del cuento, que vas desnudo por muy mal que te siente.

Así Moreno Bonilla ha dicho que le resulta incomprensible que Marín haya pasado de ser el “perro de compañía” de Susana Díaz a ser el “perro de presa” de la secretaria general del PSOE-A. Y quien piense lo mismo que el popular estará en lo cierto. No es comprensible que después de tres años y tres cuartos de tragar con todo lo que le ponía por delante Díaz para aprobar en el Parlamento andaluz; de tragar con toda la administración paralela; de tragar con la falta de financiación para la refrigeración de las escuelas e institutos; de tragar con la escasez de medios en la Sanidad; de tragar con inversiones que se han propuesto hasta tres veces y nunca se han ejecutado; de tragar con chapuzas diversas hoy se lance al cuello de la trianera como si no hubiese existido la historia pasada. Está bien ser posmodernos, pero en Ciudadanos lo que son es muy falsos. Y esto es lo que ha querido reflejar con sus declaraciones Moreno Bonilla.

Ya se lanzó al cuello de Quim Torra, intentando hacerse la víctima del secesionismo en Andalucía, lo que no le ha salido muy bien porque salvo a algún medio con ganas de dejarle mal no interesan esas cosas en Andalucía. Y ahora se lanza contra Moreno Bonilla sacando toda la mala leche que tiene dentro. En un mensaje en las redes sociales le ha dicho al presidente del PP-A que se disculpe, que a él sólo le pueden insultar los secesionistas y los sanchistas. “Sr. Bonilla, para llamarme perro ya están los sanchistas y el supremacista de Torra. No se equivoque de adversario, pida perdón y deje los insultos. Ni sus votantes ni el conjunto de los andaluces se merecen esta falta de respeto hacia un candidato a la Presidencia de la Junta” ha escrito muy enfadado. No ha sido una falta de respeto sino un símil muy apropiado porque así ha sido durante toda la legislatura anterior. ¡Cómo no sería que hay andaluces y andaluzas que han descubierto la voz que tiene durante esta campaña!

Lo curioso es que le regaña advirtiéndole de que ambos son de derechas y que por eso no hay que insultar. Vamos que entre bomberos no se deben pisar la manguera. Justo después de todos los insultos que llevan lanzando desde la formación naranja contra el PP durante años quieren que no les digan las verdades del barquero. La verdad es que tienen cara para eso y más en Ciudadanos, incluso para permitirse saber lo que dirán los votantes del PP. Los que no le haya quitado Vox, estarán encantados porque alguien le dice a Marín la verdad. Y moderado ha estado Moreno Bonilla por no recordarle que él es el jefe del clan de la Manzanilla. Y al resto de andaluces pues también les da igual, es más hasta les parecerá gracioso. Mucha importancia se da el señor Marín para lo poco que ha hecho por su tierra. Tan poco que hay gente que piensa que es Arrimadas o Imbroda el candidato a la presidencia. Que por eso igual lo ha recalcado en su mensaje. Un mensaje que también tiene insultos como llamar sanchistas a las gentes del PSOE, lo que Andalucía es casi sacrílego.

Se juegan mucho en la derecha patria en estas elecciones. No les importa no ganar, ni llegar a sumar entre ambos partidos. Eso no es importante hoy, ni mañana, ni después del 2 de diciembre. Se están jugando ser la principal fuerza de las derechas y al que la clase dominante acabará dando su completo apoyo. Que al ritmo que van igual hasta les pasan los fascistas de Vox. Esa tensión por no perder es lo que provoca estos enfados y esas disputas entre las derechas andaluzas, que al fin y al cabo, están dirigidas por Madrid. Una, el PP, con la guillotina pendiente; la otra con el discurso que hay que hacer. Por cierto, hace unos días dijimos que Rivera ya tiene al sustituto de Marín (gane o pierda), y hasta se ha descubierto el propio sujeto. Javier Imbroda ya se ha autocalificado como la persona que derrotará a Susana Díaz pues venció al Dream Team. Mejor que ofenderse con verdades que vaya preparando el cuello también el señor Marín.

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