Desde Podemos Andalucía llevamos denunciando mucho tiempo que la situación que enfrentan las mujeres migrantes que trabajan como temporeras, en diferentes provincias de Andalucía, se ha convertido, en muchas ocasiones, en una vulneración de derechos humanos fundamentales. Las últimas semanas, el caso de Huelva ha sido acogido en prensa, y ha destapado algunas situaciones de violencia que no es nueva y es de extrema gravedad. Es necesario un trabajo de fondo para defender los derechos fundamentales de estas mujeres, sin ponerlas en riesgo.

Las trabajadoras marroquíes en la recogida de la fresa (aunque también de otros frutos rojos y en el campo en general) no solo son discriminadas en ocasiones a través de la sobre explotación laboral, que también venimos denunciando. Sino que los hechos de violencia sexual ejercida sobre sus cuerpos, como los denunciados estas semanas, vulneran sobre todo derechos humanos fundamentales. Esto se da por ser mujeres, migrantes, provenientes de áreas rurales en Marruecos, tener escasos recursos económicos, desconocer el idioma en el país de recepción, tener dependencia absoluta de aquellos empresarios que no sean respetuosos con la legalidad laboral y su entorno (manijeros, capataces), estar confinadas al ámbito privado de las fincas, no contar con posibilidades de desplazamiento autónomo fuera de la finca, estar lejos de una comisaría, no contar con las inspecciones necesarias que garantizan sus derechos laborales, no contar con suficientes mediadores, enfrentar tanto obstáculos en el acceso a la justicia como estereotipos interseccionales en los tribunales.

Como venimos denunciado desde hace tiempo, el objeto de esta discriminación es situar los intereses del mercado y las grandes empresas por encima de los derechos laborales. Pero esto es de extrema gravedad cuando, además, se deja a las mujeres en situaciones de absoluta vulnerabilidad ante la violencia patriarcal que se ejerce sobre su cuerpos. Son abandonadas, así, por aquellos que, en lugar de velar por sus derechos, permiten que se sucedan una y otra vez hechos gravísimos como los conocidos en la Provincia de Huelva. Esto, además, se da con el amparo e impunidad provista por la Junta de Andalucía y el resto de Administraciones que miran para otro lado. Ya no hay más excusas, es público que estos casos suceden. Todas las instituciones deben actuar de inmediato y poner soluciones. De esta forma, cada caso de vulneración de derechos humanos que se pueda producir, justifica un modelo productivo que atenta contra la vida y genera riqueza a unos pocos a costa de los cuerpos y los derechos, una vez más, de las mujeres.

Desde diferentes Áreas y Secretarias de Podemos Andalucía hemos creado un equipo interdisciplinario y llevamos tiempo trabajando para proponer acciones efectivas que den soluciones a la situación, sin exponer o poner en peligro a las trabajadoras. Entendemos que es fundamental plantear medidas preventivas concretas para garantizar los derechos de las mujeres temporeras desde una visión global, contado con ellas, y que desarticulen cualquier tipo de dispositivo que dificulte su acceso a la justicia o las ponga en peligro.

Solicitamos que se pongan en funcionamiento real medidas de protección y reparación para las mujeres que enfrentan situaciones de explotación y violencia tanto sexual como laboral. Entendemos, además, que es necesario mejorar la coordinación entre la administración local, autonómica, nacional y con los países de origen de las mujeres. Es aquí donde nos encontramos con los principales problemas.

Tanto el ayuntamiento de Huelva, como la Junta de Andalucía y el nuevo gobierno tienen en su poder justificar y permitir que se sigan desarrollando estas vulneraciones de derechos de las mujeres, poniéndose de costado, o proteger los derechos de las temporeras. Nosotras, estamos decididas a trabajar, proponer y consensuar con todos los actores relacionados con la actividad de los frutos rojos, contando con las sus protagonistas las mujeres trabajadoras, y los diferentes grupos parlamentarios, para que los derechos de las mujeres sean entendidos como derechos.

En ese marco, asistiremos, además, a la manifestación organizada por diferentes sindicatos el 17 de junio, y nos sumaremos a todas aquellas movilizaciones que busquen consensuar soluciones para las mujeres y, sobre todo, contando con las mujeres protagonistas de esta realidad. Creemos que es necesario extremar los cuidados para no sobreexponerlas, ni a aquellas que han denunciado ni a las que no lo han hecho pero están trabajando aún en la campaña.

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