No hay semana en la cual cualquier miembro (o ¿miembre?) de Unidas Podemos no solicite al presidente Pedro Sánchez el cese o la dimisión de algún ministro. Como son muy feministes, en realidad, lo que piden son los ceses o dimisiones de mujeres principalmente. Margarita Robles es su obsesión enfermiza, bien porque le puso las peras al cuarto a Pablo Iglesias, bien porque le ha dicho una verdad como un templo a Ione Belarra. En términos generales porque no aguanta las estupideces de niñes pijes, los bobos que dicen los franceses, de toda esa caterva de acomplejados.

Tampoco son extrañas las peticiones contra la ministra de Economía Nadia Calviño, a la que acusan de ser la mujer de negro de la Unión Europea o de servir a los intereses de la clase dominante. Seguramente las gentes de Unidas Podemos han sido las únicas que no se han enterado de que Calviño y Sánchez nunca escondieron lo que era. Podían haberse ahorrado el sufrimiento no entrando en el Gobierno, pero una vez que ya están dentro lo de llorar por las esquinas no cuela. Además de hacer el ridículo, que lo hacen, las bravuconadas de Pablo Echenique (mandatado por su jefe en la sombra, sí ÉL) o de Irene Montero (con sus penes lesbianos) indican que no saben estar en el Gobierno. Lo que todo el mundo veía antes de su entrada, vamos.

Por estos motivos y otros más no se entiende que en Unidas Podemos no hayan tomado la determinación de romper la coalición de Gobierno, dimitir de sus puestos ministeriales y hacer verdadera oposición desde el parlamento y las calles… ¡Ay, perdón! Que en las calles no hay nadie junto a elles. Hacer verdadera oposición… sin más. De ahí que haya varias posibilidades sobre las que es difícil posicionarse.

Opción A: Son patriotas

La primera opción es que las gentes de Unidas Podemos se sientan tan patriotas que dejar el Gobierno supondría una crisis nerviosa para cada persona. Dejar el Gobierno del país en estos graves momentos de caos económico, con una guerra del malvado Putin en el corazón de Europa y con el fascismo a las puertas de un golpe de Estado, sería de carecer de patriotismo. Y elles son muy patriotas.

Opción B: Tienen que mejorar la vida de la gente

La segunda opción es que están convencidos de que todas sus políticas están mejorando sustancialmente la vida de las personas. No han dicho qué tipo de personas eso sí. Las mujeres están enfadadas por la ley de ideología de género queer que están intentando colocar. Los consumidores están que trinan porque Alberto Garzón se ha inhibido de todo lo que tiene que ver con el consumo… disparado. Los servicios sociales del Estado son desconocidos para todas las personas, eso sí, la ministra Belarra quiere acabar con la guerra con abrazos e infusiones rooibos. Y el resto de personajes que se están llevando una morterada pues no se sabe, ni conoce en función de qué trabajo. ¡Ah que la gente son elles mismes!

Opción C: No piensan dejar sus sueldazos por tocarse la barriga

Es, sin duda, la opción menos probable. Casi nadie puede sospechar que las gentes de Unidas Podemos no quieren dejar el Gobierno, ni romper la coalición porque dejarían de recibir los sueldazos que reciben. El dinero es algo que no les importa. Lo mismo sucede con la fama que acarrea ser ministra o ministro, ni las puertas que se podrían abrir en el futuro. Todos piensan volver a sus trabajos en cuanto dejen sus funciones gubernamentales. Además, jamás ha habido en España unos polítiques como elles (esto último lo firma el 100% de la población). También es cierto que no hay radios, ni programas para todos.

Opción D: Están en plena lucha de clases

No pueden dejar el Gobierno porque están fomentando, cada día, la lucha de clases. Lo que no queda claro es a qué clase están defendiendo realmente, pero en la lucha de clases están.

Opción E: La culpa de todo es de Sánchez

La última opción a valorar es que, en realidad, no dimiten porque todo lo malo que sucede es culpa de Sánchez y el PSOE (bueno, la ministra de Educación como les ríe las gracias no es muy culpable). Elles son seres de luz perfectos que han traído el maná de Dios desde el Sinaí hasta España. Sin ellos nada de lo que está ocurriendo habría sucedido.

Ustedes pueden elegir la opción (u opciones) que les impide dimitir. Puede ser una, dos o más. España agradecería mucho que lo explicasen elles mismes… En realidad agradecerían que se fuesen a su casa, pero tampoco hay que llegar a esos extremos ¿o sí?

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