Nadie duda ya de que la verdadera intención de una parte de la banca acreedora de Duro Felguera es desguazar a la compañía asturiana para utilizar su know how como método de salvamento de otras empresas de sectores afines que tienen adquirida una deuda superior con esas entidades.

En un primer momento, se impuso a Miguel Zorita para que renegociara el pool bancario porque, según afirmaba el ejecutivo valenciano, él tenía la confianza de la banca. Realmente, lo que tiene Zorita es la confianza de un solo banco que tiene el 50% de la deuda de Duro Felguera y esa confianza está basada precisamente en lo que mejor sabe hacer: hundir empresas. Hay que recordar que durante los años en que estuvo en el Grupo San José, y tras la magnificencia de un presunto plan de negocio que llevaría al grupo inmobiliario al liderazgo del sector, Zorita optó por dar las soluciones que favorecían a los bancos en vez de las que beneficiaban a San José. El mejor ejemplo de ello fue la salida a bolsa en un momento en que todos los analistas financieros lo desaconsejaban pero que era el elegido por la banca. Ahora está haciendo lo mismo. Cobrar un millón de euros de Duro Felguera pero moviéndose en estrategias que no benefician a la compañía asturiana sino a la entidad que tiene la mitad de la deuda: el Banco de Santander.

Exactamente, ¿qué es lo que está haciendo la banca para provocar la caída de Duro Felguera? Ahogar las posibilidades de crecimiento de la cartera de negocio o provocar el incumplimiento de contratos al ahogar la liquidez de Duro. Los bancos están obligando a la empresa asturiana a poner dinero en efectivo a cambio de avales de obra y técnicos. Hay un dato relevante: en la actualidad Duro Felguera tiene pignorados 53 millones de euros para tal fin y, como complemento, esos avales no están siendo renovados y obligan a una amortización de los mismos, lo que provoca que la situación sea difícil a la hora de afrontar nuevas contrataciones.

Este ahogamiento por parte de la banca de la liquidez de Duro Felguera se traduce en que algunos proveedores ya no están sirviendo materia prima a las factorías de Duro Felguera, al considerar que la compañía no podrá cumplir con sus pagos en el corto plazo. Esto significa que los proyectos que pensaba acometer la entidad en los próximos meses no se podrán abordar al no disponer de financiación suficiente o que algunos talleres de Duro hayan tenido que desviar la producción hacia otras fábricas de la competencia por esa falta de recepción de materiales.

El ahogamiento de la banca, además, lleva a un problema mucho más grave: los puestos de trabajo y el cobro de las nóminas. Existe una preocupación evidente entre los trabajadores y sus representantes sindicales. «Nos tememos que podemos estar ante un desmantelamiento de la empresa, una venta por partes de Duro Felguera, y sabemos que ya hay compañías nacionales e internacionales que podrían estar interesadas en hacerse con ella», confirma a Diario16 Manuel Pérez Uría, secretario de Acción Sindical de la Federación de Industria de Comisiones Obreras Asturias. Sin embargo, a pesar de los rumores y de la difícil situación de la empresa provocada por el ahogamiento de liquidez al que la está abocando la banca, los trabajadores de Duro Felguera siguen cobrando puntualmente sus nóminas.

Los propios representantes sindicales de Duro Felguera recuerdan que la compañía «juega un papel fundamental en la industria de la ingeniería española y a nivel mundial y apostamos por que se mantenga» en Asturias.

Por otro lado, según la información publicada por el diario económico Expansión, la corporación China State Construction Engineering (CSCEC), la mayor constructora del mundo, está manteniendo conversaciones con Duro Felguera desde hace varias semanas. Entre las condiciones que pone la constructora china está que pool bancario deje de presionar a Duro y que se firmara un nuevo stand still sobre los vencimientos de la deuda, además de pedir el desbloqueo de los avales para poder ejecutar la cartera contratada y presentarse a nuevas licitaciones. Es decir, que las condiciones que pone CSCEC van en la misma línea de lo expuesto por Diario16 y en sentido contrario a la actitud de la banca y de Miguel Zorita. Esta posible alianza con el gigante chino, evidentemente, no ha sido gestionado por el ejecutivo valenciano, al que una alianza de este tipo no le interesa, sino por accionistas cercanos a la familia Álvarez Arrojo. Lo que está pidiendo a la banca CSCEC es exactamente lo mismo que reclama el Consejo de Duro Felguera, algo que garantizaría que el desarrollo de la compañía continuara y que se salvaran los 2.000 empleos.

Es el momento de la unidad de Duro Felguera, unidad entre todos los accionistas, directivos, consejeros, sindicatos y accionistas históricos, junto con la banca, que lleve hacia una solución definitiva que garantice el mantenimiento de los 2.000 puestos de trabajo y la permanencia de Duro Felguera. Una vez llegados a una solución, ya habrá tiempo de buscar responsabilidades porque lo que está en juego es que no se pierdan los 2.000 empleos ni que Duro Felguera se vaya del Principado de Asturias. Si así ocurre, Asturias no perdonará.

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