La selección española de fútbol jugaba ayer su único partido amistoso antes del comienzo de la Copa del Mundo. Mientras, la prensa española estaba salivando para que hubiese errores groseros, empatase (o perdiese), fallasen doscientas ocasiones de gol y los defensas encajasen goles estúpidos. Lo necesitaban para seguir con su campaña de acoso y derribo del seleccionador nacional. Un recuerdo, aunque bastante menos virulento que aquel, que tuvieron, los mismos nombres y los mismos hombres, con Luis Aragonés. Hoy es otro Luis el que les tiene a maltraer porque no convoca a los jugadores que ellos (y ellas) quieren y desean por motivos más que evidentes.

Ya hicieron lo mismo durante la última Eurocopa de Naciones. Apoyaron a cualquier selección mientras criticaban sin parar a la propia. Eran de la Bélgica de Harzard y Courtois, de la Croacia de Modric, de la Portugal de Cristiano, de la Francia de Mbappé, de cualquier selección en la que hubiese un jugador del Real Madrid, que les gustase porque podría fichar por el equipo blanco o porque jugase un jugador del equipo propio en venganza porque Luis Enrique no había llamado a Fulano. Vuelven a lo mismo.

En esta ocasión el nacionalmadridismo está cabreado porque no se ha llamado a Sergio Ramos (que es madridista en cesión en el PSG), al joven Nacho y hasta Arribas que juega en el Castilla. Es difícil quejarse cuando jugadores españoles titulares o muy habituales en el Real Madrid hay dos, los dos que ha llamado por cierto. El resto son de cualquier país salvo España. Sí tienen más españoles en plantilla, pero juegan entre poco y nada. Y los tienen porque hay que cubrir un cupo, que si no Florentino Pérez metería a seis brasileños nacionalizados, un ugandés (porque le interesa para sus negocios allí) y dos franceses de origen malí. Se han emborricado con el camero al que calificaban de acabado cuando dejó el equipo blanco.

Al nacionalmadridismo militante se le han unido aliados típicos como los béticos, los españolistas de Barcelona, los celtiñas o cualquier otro periodista que debajo de la camiseta de su equipo lleva la blanca. Le han querido hacer la lista a Luis Enrique  y como no se ha dejado, hay que malmeter contra el seleccionador y apostar por cualquier otra selección en las radios o en los programas de televisión, en especial en los Teleñecos de la Noche. Para más inri el seleccionador ha decidido hacer un programa en directo mediante redes sociales cada día (si puede) para que echen más espumarajos por la boca pues, en cierto modo, les fastidia el chiringuito. Contará lo que pasa en la selección y el nacionalmadridismo no podrá inventar, por ejemplo, que hay mal rollo entre jugadores, que no entienden no sé qué y todas las cosas que suelen decir.

Comenzaron diciendo que la selección no tiene gol porque no se ha llevado a Aspas o al Panda y de momento ayer metieron tres jugadores distintos los goles (Ansu Fati, Nico Williams y Gavi). Jugadores que, según los especialistas nacionalmadridistas y aliados, no tienen gol o están muy tocados para jugar. En la Eurocopa consiguieron llevar a España hasta semifinales con el contragafe que prodigaban cada día en todos sus programas. Por favor, sigan metiéndose con la selección española de fútbol. Sean más críticos. Más cínicos. Más voraces. De ustedes depende que España campeone en Qatar. No cejen en el empeño. Mientras Luis Enrique se sentará en la neverita de los biberones que tiene preparados para que algunos mamen pero bien.

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