Luis Abinader
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, junto a Luis Abinader, presidente de la República Dominicana | Foto: Pool Moncloa

Ya están en suelo dominicano la mayoría de los los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, que se celebra entre hoy y mañana, y en la que se abordarán los problemas más acuciantes de los países de América Latina.

El martes aterrizaron los presidentes de Portugal y Honduras, Marcelo Rebelo de Sousa y Xiomara Castro. Ayer por la noche lo hizo el rey de España, Felipe VI y los jefes de Estado de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Chile, Gabriel Boric. Poco a poco se irán incorporando más mandatarios, hasta catorce presidentes y dos vicepresidentes.

La Fortaleza Ozama es el escenario elegido para una una cita del más alto nivel donde se abordarán cuatro ejes principales: medioambiente, seguridad alimentaria, arquitectura financiera y digitalización. Estos, entre otros muchos, son los grandes retos de Iberoamérica para los próximos años. El lema de la Cumbre, Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible, es ya una declaración de intenciones.

Desigualdad, el gran caballo de batalla

La desigualdad se ha convertido en el gran caballo de batalla de los pueblos de América Latina. Desigualdad económica, desigualdad de género, desigualdad laboral, desigualdad digital. Queda mucho trabajo por hacer.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el principal problema al que se enfrenta Latinoamérica es la concentración de poder. Los mercados de estos países tienden a estar dominados por un puñado de empresas, de tamaño gigante, que desfavorecen la competencia, elevan los precios y en última instancia impactan negativamente en los sectores más pobres.

Las cifras del PNUD señalan que la quinta parte de la población más rica de los países latinoamericanos ostenta el 56 por ciento de los ingresos nacionales. Y con la desigualdad, lógicamente, llega la violencia y el narcotráfico.

En ese contexto, el nuevo modo de gobernar del presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha situado al país en la vanguardia mundial del crecimiento económico con un 5 por ciento, según las cifras publicadas por el Fondo Monetario Internacional, situándose a la altura de las principales economías del mundo. Ayer se supo que, por ejemplo, España creció un 5,5 por ciento en 2022 en un contexto de guerra, crisis e inflación. Sin duda, República Dominicana se ha convertido en referente para los demás países iberoamericanos.

Además, durante su gestión de gobierno, Abinader ha logrado una reducción drástica de más del 20% de los niveles de pobreza de República Dominicana, un aspecto que seguro será muy tenido en cuenta en la Cumbre.

Entre las medidas a adoptar para reducir la desigualdad, según todos los expertos, están mejorar la calidad de los servicios públicos para que los ciudadanos en situación vulnerable puedan favorecerse, por ejemplo, de buenos sistemas de salud y educativos.

Brecha de género y recuperación económica

Lógicamente, la brecha social recae más durante sobre las mujeres. En la pasada Conferencia Iberoamericana de Género de Santo Domingo, celebrada en enero, los países miembros acordaron “propiciar que la igualdad de género y los derechos de las mujeres y las niñas sea considerado un componente distintivo de la política exterior de los Estados Iberoamericanos, para acelerar la superación de las brechas de género, combatir las desigualdades estructurales que las generan, perpetúan o profundizan, promoviendo la autonomía y los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos”.

Y en la Conferencia Iberoamérica de Ministras y Ministros de Industria y Comercio, celebrada también en enero, se acordó emprender un camino hacia la recuperación y estabilidad socioeconómica post Covid-19. “En consecuencia, es una prioridad para nuestros Estados desarrollar políticas públicas de comercio dirigidas hacia la transformación productiva nacional y el incremento del comercio, a fin de ampliar el abanico de oportunidades, aumentar el empleo, mejorar la calidad de vida y construir un mejor futuro para todos y todas”.

Los esfuerzos realizados en América Latina han dado frutos en forma de avances en materia de comercio. Así, en 2021 se ha registrado un incremento del 18,5 por ciento respecto al 2020 relativo al volumen del intercambio comercial. “En consecuencia, es preciso continuar los esfuerzos para formular nuevos y diversos instrumentos de política pública a través de los cuales se fortalezcan las industrias nacionales, se diversifique la oferta productiva y se potencie la integración de nuestras economías en las cadenas de valor mundiales”, reafirmaron los países participantes.

Otro de los graves problemas es el de las nuevas tecnologías. La recuperación económica va de la mano de la transformación digital, por lo que será necesario desarrollar herramientas de innovación y soluciones empresariales para facilitar la digitalización de la economía.

Cooperación española y europea

España y Europa tienen un gran papel que jugar como motor de cambio en Latinoamérica y ese objetivo va a quedar patente a lo largo de esta Cumbre de Santo Domingo. Según el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, nuestro país “quiere que 2023 sea el año de América Latina en Europa y que América Latina esté definitivamente en el corazón de la agenda europea con un programa de trabajo y de financiación”. Prueba de la importancia que Bruselas da a esta Cumbre es que acudirá el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.

Seguridad

Pocas cumbres internacionales han suscitado tanto interés como la que se va a inaugurar hoy. La cita se va a celebrar en medio de extraordinarias medidas de seguridad, patentes en todo Santo Domingo, una ciudad blindada donde hay fuerzas de seguridad apostadas en cada esquina de los lugares donde se celebran los encuentros.

La eficacia de estas medidas que garanticen la seguridad de los mandatarios que participan en la Cumbre están siendo tan efectivas que, por ejemplo, en estos días se ha podido ver en Santo Domingo al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, tomando tranquilamente un café junto a dos de sus colaboradores en las inmediaciones de la Plaza de España de Santo Domingo.

Todo este despliegue no sería posible sin la eficacia y la profesionalidad de las Fuerzas Armadas de República Dominicana, quienes, no sólo están garantizando la seguridad de los jefes de Estado y de Gobierno, sino de las delegaciones que los acompañan y, sobre todo, del pueblo dominicano.

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