Un informe de Ecologistas en Acción revela que el agua de los ríos españoles de diez Confederaciones Hidrográficas, entre ellos el río Segura, está contaminada por plaguicidas tóxicos y sustancias que actúan como disruptores endocrinos y afectan a la salud humana y animal y que fueron prohibidos en España hace años.

Según el estudio ‘Ríos hormonados’, realizado por la ONG, España es el país europeo que más plaguicidas utiliza, con un total de 78.818 toneladas en 2014. El trabajo está basado en los datos arrojados de los Programas de Vigilancia de la Calidad de las Aguas aportados por las 10 Confederaciones Hidrográficas que respondieron a su petición de información al respecto en las aguas superficiales. En concreto, en el río Segura se detectaron 9 de los 57 plaguicidas analizados en 2016, de las que 6 pueden ser disruptores endocrinos y 6 no están autorizados

En total, en 2012 las confederaciones detectaron 46 de los 95 plaguicidas analizados y en 2016, 47 de 105 sustancias analizadas. De estas, 21 eran insecticidas; 19, herbicidas y 5 fungicidas. La ONG alerta de que el uso del 70 por ciento de los plaguicidas detectados no está autorizado en España ni en la Unión Europea.

Por cuentas hidrográficas, las más contaminadas son las que tienen una agricultura más intensiva. Así, Júcar es «con gran diferencia» la cuenca más contaminada», ya que en ella se hallaron en 2016, un total de 34 de los 57 plaguicidas analizados, 22 de ellos prohibidos y 21 posibles disruptores endocrinos.

El Ebro, que se sitúa como la segunda con más tóxicos, en 2016 se hallaron 21 de las 37 sustancias analizadas, 16 de ellas son o se sospecha que son disruptores endocrinos y 18 de los plaguicidas detectados en esta demarcación no están autorizados y en el Guadiana se hallaron 7 de las 27 sustancias analizadas, de las que se sabe o se sospecha que 6 son disruptores endocrinos y no están autorizadas 6 de 7 sustancias detectadas.

Por otro lado, la cuenca del País Vasco se detectaron 17 de las 55 sustancias analizadas en 2016, 14 pueden ser disruptores endocrinos y 15 no están autorizados, como el lindano y sus isómeros, las sustancias detectadas con mayor frecuencia.

Asimismo, en el Tajo se hallaron 15 de las 17 sustancias analizadas y de estas, está prohibido el uso de 12 y 13 de ellas son posibles disruptores endocrinos. En cuanto al Miño-Sil, se han encontrado 13 de 58 sustancias analizadas en 2016, de las que cinco de ellas están prohibidas y 11 son posibles disruptores endocrinos.

Mientras, en el Duero se han hallado en 2016 un total de 12 de los 34 plaguicidas analizados; diez de ellas son o se sospecha que son disruptores endocrinos y no está autorizado el uso de 8 sustancias detectadas.

Por su parte, en Galicia Costa «solo» se detectaron 3 de las 55 sustancias analizadas, pero entre ellas está el insecticida cloropirifós que es disruptor endocrino y dos herbicidas prohibidos, mientras que en el Cantábrico, en 2015 se detectaron 2 de las 21 sustancias analizadas pero las dos están prohibidas y una de ellas, el lindano es un disruptor endocrino.

Por ello, Ecologistas en Acción reclama una transformación del insostenible sistema agrario actual a un sistema agroecológico e insta al Gobierno a prohibir los disruptores endocrinos y a poner en marcha un plan para reducir a la mitad en los próximos 10 años el uso de plaguicidas en España.

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