Así Susana Díaz no va a tener que salir de San Telmo para hacer campaña electoral. Las personas del PP se la están haciendo solitas. Un día insultan a los andaluces y andaluzas, al otro repiten los insultos señalando a los niños y niñas como analfabetos y llega su dirigente máximo a comparar a Andalucía con la Cuba castrista. Juan Manuel Moreno Bonilla ha sacado un tuit donde hacía una enorme genuflexión a su jefe de partido, pero debe estar que se llevan los demonios por las imprudencias de Pablo Casado cada vez que asoma más debajo de Despeñaperros. Son tantas las boutades que hay que preguntarse si Casado sabe algo sobre Andalucía más allá del supremacismo, los chistes y la historiografía franquista.

La última ayer mismo en Granada, a la que calificó como una ciudad que ha tenido importancia máxima en España, Europa y el Mundo (como ya le pusimos un cero en Historia dejémoslo pasar). Nadie puede negar la belleza de Granada, ni las magníficas tapas, ni la buena Universidad que tiene, ni la “mala follá” de algunos y algunas, pero la exageración viene dada por su desconocimiento de Granada. Casado debe conocer poco más que la Alhambra porque recurre a la demagogia por no saber referirse a nada de lo bueno que tiene la ciudad. Así que recurre a lo demagógico no vaya a ser que un granadino universal sigue en una cuneta por obra y gracia de los golpistas del 1936. Esos a quien él venera con sus “lecciones” de Historia. Ya que va a hacer demagogia podía haberse informado, pero como está acostumbrado a que le regalen másteres pues para qué.

Si esto les parece patético, esperen porque aún no han escuchado la que ha soltado por esa boca que conecta con una mente que debe tener problemas para enlazar ideas, o comparar realidades. Dice Casado, con esa sonrisa impostada, que Andalucía es como la Cuba castrista porque se persigue al que opina diferente. En efecto, Moreno Bonilla está en la cárcel por disentir de la comandante Susana Díaz por lo que se ve. Y a Teresa Rodríguez morirá porque un anarquista le dará con un piolet en la cabeza en cuanto se descuide (aunque a Trotsky le asesinasen los estalinistas en México). Y quien escribe estas palabras será ajusticiado al amanecer en la costa de Cádiz. Cuidado que se pueden decir barbaridades, pero comparar una democracia con una dictadura es cuando menos miserable. Como no tiene argumentos, aparte del insulto, hace la gracia para intentar deslegitimar a quienes les pintan la cara elección tras elección.

Que Canal Sur no es un ejemplo de pluralidad informativa lo constatamos y explicamos todos los días (¡Ve como no es una dictadura!) en numerosos medios de comunicación. También es cierto que muchos compañeros y compañeras se las ven y las desean en Almería donde Gabriel Amat amenaza sutilmente a los medios locales y provinciales. Amat que es el padrino andaluz y apoyó a Casado en el Congreso donde fue elegido por cierto. A esto se suma que Pablo Casado era alto cargo de la Comunidad de Madrid en los años de Esperanza Aguirre. La misma que hundió Telemadrid porque la puso a su servicio, liquidó a los trabajadores y se acabó llamando TeleEsperanza. Censura previa, amenazas a trabajadores y trabajadoras se han vivido en Madrid. Siguiendo la lógica de Casado ¿es/era la Comunidad de Madrid una dictadura como la de Benito Mussolini? Le pasa como a todos los derechosos que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio porque para ellos el poder y la manipulación es lo habitual en su favor. Cuando son los demás los que escoran los medios a su favor, se habla de mil maldades.

Y también resulta paradójico que hable de corrupción cuando él ha estado presente mientras su compañero de despacho y edificio metía la mano en el caso Canal, en el caso Púnica, en el caso Gurtel y así hasta no se sabe aún cuánto dinero ha esquilmado el PP sólo en Madrid. Porque si le añadimos la Comunitat Valenciana y Murcia, igual lo de los ERE es una bagatela. Podría alegar Casado que todo esto es anterior a él, que no ha tenido nada que ver. Lo mismo podría decir Díaz. Entre corruptos anda el juego, y que Juan Marín no levante mucho la cabeza diciendo que tienen las manos limpias, porque para dos ayuntamientos que gobiernan ya tienen sendos casos de corrupción, como en Espartinas y Arroyomolinos. El caso es que Casado cada vez que baja a Andalucía mete la pata por inculto, por sobrado y por querer hacer la gracia. Algo que lamenta Moreno Bonilla porque le hace perder unos votos que según las últimas encuestas le van a hacer mucha falta para no ser cuarta fuerza política.

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