La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha abierto diligencias previas al expediente sancionador que se podría instruir a la empresa Oleícola El Tejar Nuestra Señora de Araceli, S.C.A, en el municipio de Pedro Abad (Córdoba), por el vertido de orujo al Guadalquivir, “ya que podría constituir una infracción administrativa de la normativa vigente en materia de flora y fauna, de espacios naturales protegidos y de prevención ambiental” según ha anunciado en el Parlamento andaluz el consejero José Fiscal.

Fiscal ha explicado que todavía se está investigando para esclarecer la situación y motivar la incoación de un procedimiento sancionador, “siempre con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que es la entidad que ostenta la competencia sobre el Dominio Público Hidráulico” y a la que le corresponde la valoración de los daños ambientales producidos y la adopción de medidas de reparación. No obstante, la Consejería colaborará con la CHG facilitándole todos los informes emitidos por la Junta para ayudar y contrastar los daños ambientales producidos en la fauna piscícola.

Dentro del ámbito de la Consejería, Fiscal ha informado que se ha realizado un seguimiento sobre la afección causada por el vertido a la flora y fauna del entorno y del Monumento Natural Sotos de la Albolafia. Así, se ha podido comprobar que los daños ocasionados por el vertido se circunscriben a la fauna piscícola, en la que se encuentra un gran número de ejemplares de especies exóticas invasoras como el alburno o la carpa. Según las primeras estimaciones las especies autóctonas afectadas son el barbo gitano (se calcula que han muerto sobre unos 20.000 ejemplares) y la boga de río (450). También se le ha requerido a la empresa un informe detallado sobre el accidente producido, medidas adoptadas, constancia documental del mismo, así como las acciones puestas en marcha para evitar nuevos vertidos.

Una empresa envuelta en polémica

Desde 2010 hasta 2015, que fue cuando surgió la polémica, la empresa Oleícola El Tejar se ha visto envuelta en ciertas relaciones sospechosas de tráfico de influencias. Como se recordará la ex-consejera de Medio Ambiente y Ordenación del territorio, María Jesús Serrano, rebajó ostensiblemente el gravamen municipal a la susodicha empresa, todo ello durante su última etapa como alcaldesa de Baena.

Al poco de firmar el convenio por el que se reducía el gravamen municipal, la sociedad Agroenergética de Baena contrató a su hermano, Manuel Serrano, en otra orujera del cercano pueblo de Cabra, la cual había sido absorbida por Oleícola El Tejar. Como se denunció en El Mundo, el convenio acordaba rebajar con carácter progresivo la aportación económica que venía haciendo desde 2005 El Tejar al Ayuntamiento de Baena de medio millón de euros anuales actualizables conforme al IPC.

El convenio tuvo una implementación inmediata pues su firma implicaba que en los once días siguientes la sociedad limitada ya solamente debía ingresar en las arcas municipales 350.000 euros; tanto este año como el 2014, 200.000 euros; en 2016, 150.000; y, a partir de 2017, 100.000 euros anuales” según constaba en el documento del convenio al que ha tenido acceso Diario 16 Mediterráneo.

En su momento la Junta de Andalucía calificó de “casualidad” que el hermano de la ex-consejera encontrase trabajo en la susodicha empresa. Que no existía vinculación entre una cuestión y la otra. Pero, a día de hoy, cabe preguntarse si esas antiguas relaciones filiales servirán para que el desastre ecológico que ha causado Oleícola El Tejar tenga justo castigo. En Diario 16 Mediterráneo se confía en el buen hacer de José Fiscal para que todo transcurra por los cauces debidos y se sancione con dureza a la empresa causante del grave deterioro ecológico en el río Guadalquivir.

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