Señor Mariano Rajoy, su intervención en el Congreso de los Diputados sobre pensiones ha demostrado, en primer lugar, lo alejado que está usted de la realidad de los españoles, en general, y de los pensionistas en particular. En segundo lugar, usted es el principal responsable de la situación en que se encuentran los pensionistas en la actualidad porque, al fin y al cabo, el responsable ultimo de las consecuencias que está teniendo para el pueblo español las políticas que impuso con su mayoría absoluta y las que le impusieron desde Europa. Por tanto, no es la revalorización de las pensiones las que van a arruinar al país, sino que son sus políticas las que lo han arruinado ya con un crecimiento de la deuda pública por encima del PIB, algo insólito en nuestra democracia, sobre todo en un país con graves problemas de ingresos por parte del Estado y con una aceptación casi talibana de las políticas insolidarias que nos ha impuesto su amiga Angela Merkel y esta Unión Europea sometida a los poderes financieros mundiales.

Según usted, su gobierno, su partido y sus voceros España ya ha salido de la crisis. Eso es falso porque con la situación actual es imposible decir que nuestro país esté en mejor situación que estaba antes del estallido de la burbuja inmobiliaria que un gobierno de su partido permitió y alentó de una manera irresponsable sabiendo, como sabían, que esa falsa prosperidad tenía fecha de caducidad.

Señor M. Rajoy, en su intervención ha dicho que el factor de revalorización de las pensiones está siendo «un elemento determinante para garantizar la viabilidad del sistema a los pensionistas de hoy y a las nuevas generaciones». ¿Cómo alguien como usted puede decir cosa semejante? ¿Se cree lo que ha dicho o sólo ha leído lo que le escribieron sus asesores? ¿Subidas de 3 euros al mes le parecen importantes? Por favor, de un presidente de Gobierno lo mínimo que se espera es seriedad.

Sus políticas económicas, las que impuso —o le impuso— su ya ex ministro Luis De Guindos, basadas en favorecer claramente a las élites financieras mundiales en vez de orientarlas hacia la defensa de los intereses de su pueblo, son las causantes de que las pensiones estén como están. Mientras los beneficios empresariales y las rentas de capital aumentan sus ingresos en un 300% respecto a los salarios o a los niveles de renta, el mercado de trabajo, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, se va precarizando cada vez más lo que incide, inevitablemente, en los fondos que la Seguridad Social destina al pago de las jubilaciones. En el último año nuestro sistema público de pensiones ha tenido un déficit de 18.000 millones de euros. Con todo esto, ¿cómo puede decir que se si se revalorizan las pensiones en base al IPC se arruinaría el país? Parece que ni usted ni su gobierno, principalmente el señor De Guindos, tomó en consideración que nuestro sistema de pensiones está basado en la solidaridad de los que trabajan respecto a los que se jubilaron. Su reforma laboral ha traído, precisamente, un empobrecimiento tal de los españoles que es lo que esta haciendo insostenible el sistema de pensiones. Usted ha dicho en el Congreso que sólo «si hay más gente cotizando se pueden pagar más y mejores pensiones. Por ello mi prioridad es hacer todo lo posible para seguir creciendo y creando empleo cada vez más estable y mejor remunerado». ¿Cómo lo va a hacer, derogando sus propias reformas? Porque ese es el único modo que existe para que los empleos en este país, tanto los de cuenta ajena como los de cuenta propia, tengan un mínimo de dignidad que ahora, gracias a usted, al señor De Guindos y a la señora Fátima Báñez, no tienen.

Sus políticas son las causantes de que los pensionistas hayan dicho «basta» y se estén movilizando. El apoyo incondicional de su gobierno, principalmente del actual vicepresidente del BCE, a las élites financieras es la antítesis a las demandas dignas y justas de nuestros jubilados. Ese apoyo lo estamos viendo en el Caso Banco Popular y en cómo, para rescatar al banco de la señora Ana Patricia Botín, se ha permitido la ruina de más de 305.000 familias, de las cuales, no se si sabe usted este dato, más del 70% son jubilados y pensionistas. Dice usted que este sector es prioritario pero, por otro lado, su gobierno prefiere apoyar a la señora Botín para que su banco no quiebre a costa de arruinar a trabajadores y pensionistas.

Tiene suerte, por otro lado, de contar con una oposición como la que tiene en la actualidad. Ciudadanos jamás se pondrá a favor de que las pensiones se financien a través de impuestos o de los Presupuestos Generales del Estado porque su credo no es otro que reducir el peso del Estado en la economía del país. Respecto a la izquierda, se ha encontrado con un PSOE que no sabe ni dónde está, ni lo que defiende, ni a lo que se opone, y con un Podemos que aún se está intentando recuperar de los errores cometidos durante la crisis catalana. Sin embargo, tenga usted en cuenta una cosa. Son estos dos partidos los que tienen el potencial para ponerse al frente de la movilización de los pensionistas que, como no puede ser de otra forma, sólo defienden lo que es justo. Llegará un momento en que el PSOE se dé cuenta de que la «razón de Estado» no está reñida con los intereses del pueblo (esto lo tenían muy claro hace años) y que Podemos encuentre el punto dialéctico que conecte con un sector de la población que ha sido maltratado. En ese momento, usted estará perdido, más aún de lo que ya está.

No busque mas allá de sus propias políticas para entender el descontento y la movilización de los pensionistas. No busque culpables en gobiernos anteriores. No busque culpables más allá de la imagen que refleja su espejo por las mañanas. Usted es el culpable y tiene la posibilidad de encontrar soluciones. Sin embargo, después de su comparecencia, sabemos que no se va a bajar del carro de la sumisión a los poderes financieros que lo único que pretenden es destruir el Estado del Bienestar y su obediencia ciega a lo que le digan desde esta inhumana Unión Europea.

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