Hoy es el día que tanto tiempo ha estado esperando Susana Díaz. El día en que, después del desastroso año de 2017, emerja entre las aguas de la derrota y de la chanza interna del PSOE, para aparecer como la presidenta de la Junta de Andalucía. La presidenta de la Comunidad Autónoma más poblada. La presidenta de ese sentimiento andalucista, que según el EGOPA supone la identificación y el sentimiento de más del 60% de la población. Envolverse en la verdiblanca para reivindicar la fuerza y el poderío del pueblo andaluz. España sólo tiene sentido, da a entender Díaz con cada discurso, con una Andalucía grande e igual.

Es hoy, por tanto, un día de reivindicación de la identidad andaluza. Porque, como ha visto venir la presidenta frente a sus antagonistas políticos, lo identitario vende, lo identitario la puede permitir volver a ganar las elecciones autonómicas, lo identitario supone la unión de toda Andalucía bajo la verdiblanca contra las aviesas intenciones de la derecha (estatal o autonómica) de tener sometida a la región. Así, la presidenta de la Junta de Andalucía ha dejado claro que hoy es el día para reivindicar la región como “una comunidad autónoma de primera”. El 4 de diciembre de 1977 y el referéndum del 28 de febrero de 1980 son los acontecimientos que configuraron el sentir andaluz y la lucha por la igualdad entre todas las regiones y personas. Y esa misma reivindicación sigue estando presente como ella comenta en cada ocasión.

Hoy no es un día del PSOE, para eso el sábado, ni es un día para aguantar a toda la tropa de Ferraz que se ha apuntado a la celebración del día de Andalucía (Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, María Jesús Castro, María Luisa Faneca, José Antonio Rodríguez Salas), es un día de comunión entre la presidenta y su pueblo. Una comunión que va más allá de lo partidista, una comunión sentimental, identitaria y de lucha reivindicativa. Porque hoy Susana Díaz no sólo se envolverá con la verdiblanca, sino que exigirá al Gobierno de M. Rajoy una nueva financiación para las CCAA, una nueva relación de España con Andalucía, la presencia de Andalucía en España en igualdad de condiciones.

Un día donde pedirá a sus antagonistas andaluces que abandonen la lucha contra su persona, y más tal y como van las encuestas, y se unan para luchar por una Andalucía de todos y todas en igualdad dentro de España. Pedirá a Juan Manuel Moreno Bonilla que niegue, como hizo san Pedro, a Rajoy y se una a la causa andalucista. Pedirá a Juan Marín que no haga caso del centralismo fascistoide de Albert Rivera y apoye a Andalucía. Pedirá a Antonio Maíllo más amor por el gobierno del PSOE porque eso es bueno para Andalucía en estos momentos. Y pedirá a Teresa Rodríguez…. En este caso la pediría que se fuese bien lejos, pero una vez que es obvio que en podemos quieren tanto a Andalucía como ella, intentará que por un día no sea patente el odio que se tienen.

Hoy es el gran día del andalucismo. El gran día de su máximo representante, Susana Díaz. El gran día de los andaluces de toda condición. Hoy Andalucía estará más cerca del cielo. O al menos así lo quiere su presidenta. Andalucía es muy mucha Andalucía. Una vez olvidada la derrota, Díaz intentará que hoy se fusionen el socialismo con el andalucismo en su propia persona como símbolo de progreso. Esperemos que algunos invitados no metan la pata.

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