El apoyo incondicional de la Junta de Andalucía se ha transformado, un mes después, primero en tibieza y después en desapego y desafección absoluta. La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha abandonado definitivamente a su suerte a Juana Rivas y su causa, pese a que esta madre granadina ha entregado ya, como ordenaba una jueza de la ciudad andaluza, a sus dos hijos menores de tres y 11 años a su progenitor, el italiano Francesco Arcuri, con una condena firme por violencia en el ámbito doméstico en 2009. La fiscalía, mientras tanto, en un acto sin precedentes, mantiene la petición de prisión para Rivas por los supuestos delitos de desobediencia a la autoridad y sustracción de menores.

La mujer de Maracena no cuenta con recursos para emprender la vía judicial en la residencia de su ex marido maltratador

Tras el primer Consejo de Gobierno tras el parón estival, Susana Díaz ha asegurado en rueda de prensa que siempre defenderá “que lo que decidan la justicia y las leyes se cumpla”. “No quiero que vuelva a suceder que un hombre condenado en firme por violencia de género tenga la custodia de sus hijos”, apuntó la presidenta andaluza, quien urge a “modificar la ley” en este sentido para hacerla coincidir con lo rubricado en el reciente pacto de Estado firmado en el parlamento español por los principales grupos políticos. “Un buen padre no maltrata a la madre de sus hijos”, añadió Díaz.

En un ejercicio de equidistancia, la presidenta andaluza aseguró: “Entiendo el dolor de la madre y respeto la justicia. Voy a luchar para que las leyes protejan a las víctimas de violencia de género y sus hijos”. Mientras ese momento inconcreto y aún lejano en el tiempo llega, Juana Rivas tendrá que luchar sola y sin recursos en un complicado y costoso proceso judicial en Italia, un país condenado por la Corte Europea de Derechos Humanos por su ineficacia en la lucha contra la violencia machista, con datos alarmantes en cuanto a protección de víctimas.

El pasado 25 de julio, Juana Rivas recibía el espaldarazo fundamental, vía mensaje de Twitter, de Susana Díaz a su lucha para mantener junto a ella a sus dos hijos y no entregarlos a su ex esposo maltratador. La sucesión de hechos durante el último mes, con la fuga y retención de los menores por parte de la madre en paradero desconocido, en contra de lo dictado por una jueza granadina, alejó definitivamente a la Administración autonómica andaluza de esta mujer, que ha convertido su caso en una causa que va más allá de un litigio familiar para convertirse en un estilete político con detractores y defensores de la ley de violencia de género en vigor desde 2004.

Dos días después, Susana Díaz fue más allá y prometió, también vía redes sociales, asistencia jurídica a Juana Rivas para defenderse frente a la reclamación de su ex marido. “Desde la Junta vamos a proporcionar asistencia jurídica a Juana Rivas para pedir la suspensión del régimen de visitas de sus hijos”, dijo la presidenta andaluza.

La presidenta andaluza urge modificar la ley pero no concreta apoyos a Juana Rivas en Italia

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta, María José Sánchez Rubio, rubricó todas y cada una de las promesas de su presidenta, también vía Twitter y en diversas apariciones en los medios. También Elena Ruiz, directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), dependiente de esta consejería, ha reiterado durante las últimas semanas que desde este organismo público de apoyo a las mujeres andaluzas “siempre” va a estar “del lado de las mujeres y de los hijos e hijas que son víctimas de la violencia de género”. Por ello, asegura Ruiz haber estado todo este tiempo “al lado de Juana Rivas y sus hijos” y expresa al mismo tiempo su “comprensión hacia la situación que están viviendo”.

Este calor inicial de la Administración andaluza se fue diluyendo poco a poco casi sin notarse, conforme Juana Rivas actuaba al margen de lo establecido por la ley, manteniéndose durante un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos menores de edad.

Fue el pasado 21 de agosto, el día que Juana Rivas decidió no entregar a sus hijos a la justicia española para que se los llevara a Italia su padre maltratador cuando la Administración andaluza rompió amarras con este mediático caso. La titular de Justicia e Interior, Rosa Aguilar, dijo que Juana Rivas “no puede estar desaparecida para siempre”. Pese a todo, Aguilar aseguraba a continuación que esta decisión personal sería “respetada” desde la Junta. Pero poco más. Del calor público incondicional al hielo en menos de un mes.

Y ahora que Juana Rivas debe emprender un costoso y complicado proceso judicial en Italia para recuperar a sus dos hijos, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales se limita a confirmar a Diario16 que “seguirá asesorando y apoyando a Juana Rivas desde el IAM en los mismos términos que a cualquier otra persona que requiera ayuda”.

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