Es una realidad que en Diario16 venimos denunciando cada mes cuando se publican los datos de paro registrado o cada tres meses cuando se publica la Encuesta de Población Activa. De los 1.928.840 contratos firmados en julio, 1.776.842 son temporales, el 92,1% del total. Esta cifra, la de la temporalidad en el empleo se ve empeorada por la gran precariedad, precariedad más precariedad, que afecta a este tipo de contratación. Tal y como ha denunciado el sindicato Comisiones Obreras, la mayoría de los contratos temporales tienen una duración muy baja:

  • El 26% tiene una duración de una semana o inferior.
  • El 14% tiene una duración superior a la semana y hasta 1 mes.
  • El 17% tiene una duración de entre 1 y 3 meses.
  • El 8% tiene una duración superior a 3 meses.
  • El 35% tienen una duración indeterminada.

Es decir, que más de una cuarta parte de los contratos temporales firmados en la España de la “milagrosa recuperación económica” tienen una duración menor a 7 días. En este punto nos encontramos con la figura contractual del “eventual por circunstancias de la producción” que deja mano libre al empresario de firmar, incluso, contratos por un día o por horas.

Esta situación no ha mejorado respecto a julio de 2016, cuando el 92,4% de los contratos fueron temporales, 1.678.881, casi 300.000 contratos firmados más, lo que no representa que se estén creando más puestos de trabajo sino que la precariedad es mucho mayor. De los contratos temporales del 2016:

  • El 25% tuvo una duración de 1 semana o inferior.
  • El 15% tuvo una duración superior a 1 semana y hasta 1 mes.
  • El 17% tuvo una duración entre 1 y 3 meses.
  • El 7% tuvo una duración superior a 3 meses.
  • El 36% tuvo una duración indeterminada.

Para el sindicato CCOO la recuperación que dice el Gobierno que se está produciendo en el empleo sigue muy marcada por la tirada a la baja de las condiciones laborales de los salarios, y esto se demuestra en la precaria contratación que se produce sobre todo con el aumento de los contratos de corta duración. “Los trabajadores y trabajadoras no están notando la anunciada recuperación económica ni en sus salarios, debido a la cerrazón empresarial a que la mayor actividad de las empresas se traduzca en recuperación del poder adquisitivo de los sueldos, ni tampoco en el empleo, como ponen de manifiesto los datos de contratación del mes de julio”, ha señalado la secretaria confederal de Empleo de CCOO, Lola Santillana.

Este tipo de contratación precaria tiene como agravante la desprotección que conlleva, ya que muchas personas no estén cubiertas por el desempleo ni por subsidios. Esto hace imprescindible que “el Gobierno en el próximo Consejo de Ministros del 25 de agosto modifique el programa de activación para el empleo para que ninguna persona se quede sin protección”, ha reclamado Lola Santillana.

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