Federico Valverde podrá disputar el título de los semipesados del Consejo Mundial de Boxeo después de la pericia mostrada en su último combate en la tostadora mágica de Madrid. O eso, al menos, se desprende de las magníficas reseñas del combate que está haciendo la prensa nacionalmadridista. Está en peso y parece que alentado por los medios podría lanzarse frente a un boxeador más experimentado que Alex Baena. Artur Beterbiev debe echarse a temblar. Y no descarten que Canelo Álvarez se anime a subir de peso para enfrentar al uruguayo.

Por suerte para el jugador madridista lo anterior es una chuscada, pero la cantidad de basura que están soltando desde los medios nacionalmadridistas para justificar la agresión del uruguayo a un contrario no es broma. Más bien es una forma de actuar típica de ese sector de la prensa (si es que se puede llamar prensa) donde lo principal es que la víctima del ataque (un puñetazo, a traición además) pasa a ser el culpable de todo. No importa que Baena se haya llevado una hostia, que Valverde sea un tipo pendenciero y violento, lo importante es que nada, ni nadie salpique la imagen impoluta de cierto equipo. Una imagen, por cierto, artificialmente creada.

Curiosamente, todos los comentarios del nacionalmadridismo comienzan igual “si es cierto que…”, sólo con la intención de justificar la agresión. Nadie ha presumido que, como ha dicho el agredido, sea falso y la excusa del uruguayo y su entorno sea un ardid. Primero porque, de haber sido cierto lo que le dijo Baena en enero, Valverde lo podría haber filtrado (como hacen con otras cosas cuando le interesa) a la prensa nacionalmadridista y ya el entorno mediático se hubiese comido al jugador del Villarreal. Segundo porque de ser cierto, como comentan en Marca y As, que Baena insistió en el tema del hijo ¿dónde están los testigos que verifiquen la versión? Porque ni Valverde, ni Baena estaban solos en ese momento de la agresión.

Que han existido en cualquier deporte insultos y frases salvajes para descentrar al contrario lo sabe hasta un niño de 10 años (como ese al que han querido criminalizar por -¡oh blasfemia!- por pasarse del Madrid al Atleti). Pero guardar, rencorosamente, durante meses un insulto para atizarle a un contrario parece que es un nuevo dogma moral correcto. Al menos para gentes como el subdirector de El mundo, Vicente Ruiz en Twitter: “Cómo de podrida tiene que estar una sociedad para que un acto tan noble como el de Valverde no le convierta unánimemente en un ejemplo frente a la mezquindad de los mediocres”. ¿Está justificando que se pegue a periodistas por mentir o insultar, por ejemplo? ¡Nooooo! La prensa es pura y sólo vale cuando hay un madridista por medio. Porque lo curioso es que todo el mundo compra la versión de Valverde… y se inventan las pruebas si hace falta.

En Marca y As se dedicaron ayer a buscar y rebuscar para criminalizar a Baena. Que si las disculpas de Valverde (“Yo no soy así” dicen que ha dicho el pájaro) o los posts de Mina Bonino (esposa del agresor) diciendo que ella bastante ha tenido y que lo último es “poner en tela de juicio fechas y noticias”. Que era de carácter público que algo pasaba con su embarazo… Pues no, no era de carácter público y menos con el mensaje que supuestamente revelaría lo que sucedía y que sería la prueba fundamental contra Baena. No señora Bonino, en su mensaje del día 15 no decía nada de embarazo, ni de nada. Todo el mundo se enteró cuando realizó la entrevista, después del choque contra el Villarreal. Ahí se supo el problema, el intento de no ir al mundial del boxeador y demás. ¡Por favor, no traten de tomarnos por idiotas… una vez más!

Es que ni en la imagen que están sacando, en la que se ve que Valverde se aguanta las ganas de darle una hostia a Baena durante el partido, se puede apreciar que diga algo. Aquí nada más que hay un agresor, Valverde, y un agredido, Baena. Lo demás justificaciones nacionalmadridistas para asegurar la pureza de su club. Cabe preguntar a todos estos, si Vinicius recibiese una leche por todos los menosprecios e insultos que hace en todos los partidos ¿lo justificarían de igual forma? De hecho, llevan perdonando al chico todo, incluyendo agresiones a jugadores del Mallorca, escudándose en nosequé del racismo. En periodismo se trabaja con pruebas y hechos, y de momento el único hecho es que Valverde le ha soltado un puñetazo a Baena.

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