El pueblo saharaui ha logrado una nueva victoria en las Naciones Unidas al conseguir por parte de la gran mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad el reconocimiento inequívoco del derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental. Nuevamente el Reino de Marruecos sufre el golpe de la lógica que le lleva a quedarse sólo frente a las justas reivindicaciones de un pueblo al que España dejó en la estacada con los Acuerdos de Madrid, un documento firmado por Juan Carlos de Borbón.

En principio el Acuerdo Tripartito de Madrid entregaba la administración del territorio del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania. Sin embargo, la ONU jamás ha dado validez jurídica a este acuerdo y fue duramente cuestionada por la Secretaría General de Asuntos Jurídicos de Naciones Unidas en un duro dictamen del año 2.002, documento redactado en base a la firma de acuerdos petrolíferos por parte de Marruecos. Además, la ONU nunca ha reconocido la administración del Sáhara por parte de Mauritania y Marruecos y continúa considerando al territorio saharaui como pendiente de descolonización por parte de España. Por lo tanto, la realidad es que la soberanía sobre el Sáhara continúa siendo española.

A pesar de esto, las relaciones entre España y Marruecos y, sobre todo, las que mantienen las familias que ocupan las correspondientes Jefaturas de Estado, se anteponen siempre a las necesidades y las justas reivindicaciones del pueblo saharaui. Diario16 publicó cómo el Ministerio de Exteriores antepuso las relaciones con el reino alauí a la hora de redactar un informe para que la Mesa del Congreso denegara la celebración en el Parlamento español de una serie de eventos en los que se tratarían asuntos relacionados con la problemática de los ciudadanos del Sáhara Occidental.

Lo ocurrido en el Consejo de Seguridad es muy importante para el futuro del pueblo saharaui. El representante de Estados Unidos fue muy claro y lanzó un mensaje directo a Marruecos: «En primer lugar, ya no puede haber un ‘status quo’ en el Sáhara Occidental, y en segundo lugar, debemos brindar nuestro pleno apoyo al Enviado Personal Kohler en sus esfuerzos por lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que permita la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental».

Además, Marruecos ha sido convocado por el Consejo de Seguridad para volver a las negociaciones que se iniciarán a principio del mes de diciembre sin ningún tipo de condición previa. La solicitud del Consejo de Seguridad y de Washington para el relanzamiento del proceso político se dirige expresamente a Marruecos, que hasta ahora ha socavado todas las iniciativas para reanudar las negociaciones. El Frente Polisario, por su parte, ha reafirmado repetidamente su voluntad de participar en el proceso de liquidación sin condiciones previas. Rusia, Suecia, el Reino Unido, Etiopía, Bolivia y muchas otras delegaciones reafirmaron su apoyo a una solución que otorga al pueblo saharaui el derecho a hablar sobre el futuro de su territorio.

Y, ante este clamor internacional, ¿qué hace el Ministerio de Exteriores español y la Unión Europea? Seguir manteniendo una neutralidad para no dañar las relaciones con Marruecos mientras el pueblo saharaui continúa viviendo en campos de refugiados en el desierto argelino porque no pueden volver a su tierra ya que allí lo único que se encontrarán la represión de un régimen dictatorial que está ocupando ilegalmente y esquilmando los recursos de un territorio que, legalmente, no le pertenece.

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