Fuente: Vox

La verdad es que tal y como habían vendido la reunión de Vox, cualquiera esperaría algo distinto a lo que dice el PP en lo fundamental. Si Éric Zemmour está repartiendo estopa de derechas en Francia, algo así se esperaba en la fiesta de la derecha valiente española. Santiago Abascal es bastante más inteligente que Pablo Casado, tiene muchísima más formación y no ha dudado en seguir preparándose, guste o no su discurso que es otra cosa, y se esperaba alguna que otra soflama: contra el Yihadismo como peligro en la muy católica España; contra el discurso queer que se cataloga como ideología de género; contra el peligro de la inmigración como ejército industrial en la reserva… algo que sea distinto a lo que diga el PP. Pero no, nada se dijo distinto.

Nada, al menos, a lo que los medios de comunicación hayan podido tener acceso. Porque mucho quejarse Abascal del apagón informativo de lo sucedido el sábado, pero calla como un mierdecilla que se produjo por el veto de Vox a casi toda la prensa (porque había menores adujeron). Lo que pudo entrar tampoco es que se pueda catalogar como prensa, no tanto por la medianía del intelecto que tienen ciertos personajes –que se pegan a Vox para rascar (mañana se prostituirán en otra causa, que ya lo advirtió Federico) pues carecen del mínimo vital periodístico-, sino porque cualquier cosa menos periodismo es lo que hacen. Más allá de esta apreciación, importante y que habla mal de Vox, los medios esperaban algo más. Y lo que allí se expresó es lo mismo que un militante cabreado del PP diría.

Cuando Abascal, el sábado (por el vídeo que han subido a redes), dijo que “la patria es una comunidad que mece en los brazos a los vivos, a los muertos y a los que aún están por llega” no hacía otra cosa que parafrasear al primigenio conservador Edmund Burke. El uso de términos como “centinelas de las mil tradiciones”; “imperio solar”, Vox como herramienta al servicio de España y demás lugares comunes de sus discursos no son más que una recuperación de términos que la propaganda franquista utilizaba (o Ledesma Ramos) y que se utilizan para activar cierta parte del inconsciente colectivo de los más mayores, porque los menores de 60 años escuchan eso y se escojonan por arcaico. Joder, ni la Falange auténtica utiliza esos términos hoy en día. Cuando termina su alocución afirmando “hagamos nuestra patria grande otra vez porque es la manera de poner fin al separatismo y al globalismo” no deja de ser una boutade. España fue grande como agente global y con fueros de todo tipo. La contradicción está en decir que España llevó el humanismo y el cristianismo (como elemento liberador) a tierras donde se cometían toda clase de tropelías (eso que catalogan correctamente de hispanidad) y luego meterse con el globalismo como algo malo en sí. El imperialismo de la unión de liberalismo, capitalismo y anglosfera es malo, pero esto no lo nombran porque al final son capitalistas y anglófilos.

La misma entrega al globalismo capitalista que el PP

El domingo, después de una demostración del folclore español –curioso que lo cataloguen como coros y danzas los mismos que son nacionalistas de su tierra y hacen gala de esos mismos coros y danzas- que el PP no se atrevería a utilizar (pues tiene sus propios fueristas), José Antonio Ortega Lara comenzó su discurso con sus cosas católicas sobre la vida y la muerte (eutanasia, aborto, etc.), algo en lo que no se diferencian en nada del PP, pero es gracioso que señalase que no les “gusta la colectivización en la que nos convierten en meros usuarios”. Y ¿la patria no es una colectivización?  Abascal dijo el sábado: “La patria es el asidero que tenemos para evitar el fracaso como sociedad. Sin familia, sin comunidad, sin lazos sociales fuertes, no hay futuro”. La sociedad es una colectivización (al menos eso dicen los libertarios). La comunidad es otra colectivización (al menos de eso se quejan muchos liberales). Los lazos sociales fuertes generan colectivos… Leñe. ¿Son de Hayek o son de Scruton?

Esto, que no es propiamente achacable a Ortega Lara, es un problema que tiene Vox. Son liberales libertarios en lo económico-político pero conservadores en lo moral. El problema es que, como han señalado autores conservadores y tradicionalistas (Alain de Benoist, Frederic Bousquet, R. R. Reno, Juan Manuel de Prada…), el capitalismo de la mano invisible (sin entrar en la falsedad de su existencia), que gusta tanto a sus amigos latinoamericanos como Axel Kaiser (colaborador habitual de la Fundación Disenso), en conjunción con el liberalismo acaba por destruir todos los pilares sociales. En su doble vertiente (neoliberal y social-liberal) supone la uniformización de todas las personas del orbe, dejando las dicotomías para las identidades que no dañan al sistema. O lo que es lo mismo, no se puede ser un antiglobalista de las cosas de rojos a la par que se favorece el globalismo capitalista que es el que acaba con la soberanía estatal y las patrias porque favorece la diversidad, en tanto en cuanto la necesita para tener en occidente un ejército industrial de reserva. Esta contradicción les hace acercarse a lo mismo que dice el PP. Con algún pelo menos en la lengua, pero en el fondo la misma política.

Por mucho que Francisco Javier Ortega Smith haga un alegato contra los viejos partidos (“el partido socialista siempre en connivencia con los enemigos de España y ese Partido Popular que traiciona a sus votantes o se arrodilla a las políticas de la izquierda. Ambos acaban pactando con los separatistas”), Vox va camino de lo mismo. Ni herramienta, ni movimiento, ni leches. El mismo programa económico que lleva machacando a los españoles desde los años de José María Aznar. Que Casado sea un sinsorgo no empece para que se vea que no existen diferencias de fondo, como mucho de forma.

Vox se acobarda

¿En qué se diferencian? Por lo visto en Andalucía en nada en la práctica política. Privatizaciones encubiertas de la sanidad, la educación y mantenimiento de los chiringuitos con otro nombre (¿han dicho algo sobre la colocación de Toni Cantó en la oficina del español?). Quiso Abascal diferenciarse cuando dijo que para el PP “el cambio significa que se van 10 mil del PSOE al paro y entran 10 mil del PP. […] Para nosotros el cambio significa que 10 mil propuestas cambian el rumbo de España de una manera radical”. ¿Cuál es esa manera radical? No se sabe en realidad porque la Agenda España es una cosa tan patriótica que se queda en solamente eso: Patria. Alguno dirá que bastante es comparado con lo que dicen otros partidos, pero si hay algo vacuo, que diría Ernest Renan, es la patria pues es una decisión constante de los patriotas. No han sabido explicar qué es la Agenda que piensan confrontar frente a la Agenda 2030. Lo sacan en un papel que nadie leerá (salvo los menos), pero ayer tenían la oportunidad de hacerlo saber, de venderlo a millones de personas pero… humo.

Sí ha sido más hábil en su discurso a los jóvenes que lo visto en la Convención del PP (viendo el mensaje en Twitter cachondeándose de la convención de los corruptos PP se esperaba más sangre). Ha dicho Abascal: “Os quieren sometidos con limosnas, con aprobados gratuitos, con bonos para videojuegos o para lo que ellos dicen que es cultura. Con cheques que arrebatan a vuestros padres con impuestos injustos. No caigáis en la trampa, roban a vuestros padres para compraros a vosotros”. Más allá del minarquismo libertario de la desaparición casi total de los impuestos (recuerden las contradicciones anteriores), se ha atrevido a decir algo que piensan hasta muchas personas de izquierdas. Que el bono cultural y el cheque vivienda es un compra de voluntades más que una solución a los problemas reales. Y lo ha rematado con un “decidles que no queréis la porquería de futuro al que os quieren condenar”. “Patria, trabajo, vivienda y familia” ha concluido.

El futuro de mierda que se presenta a los españoles, así, en general, no es culpa de cheques, ni de impuestos (el exceso es tan malo con el déficit), sino de un capitalismo anglo desatado y al que están entregados todos los gobiernos occidentales… y Vox. En vez de criticar (como hacen sus “colegas europeos”, especialmente la italiana Giorgia Meloni que ha estado en el evento) las políticas de inmigración como arma contra la clase trabajadora europea (como ha hecho el portugués Andre C. Ventura); en vez de quejarse del engendro queer; en vez de quejarse de los vientres de alquiler; en vez de quejarse de la Unión Europea (Meloni se ha quejado de no poder detener a Puigdemont); en vez de diferenciarse de la derecha del sistema, se han convertido en la derechita cobarde. En realidad son lo mismo que el PP pero con más España en la boca. Curioso que Casado intente, sólo intente, parecerse a Vox, cuando en Vox están intentado parecerse al PP. Igual el PP de Aznar, pero el PP. Unos mierdas que ya se han cagado en los pantalones por muy chulitos que aparenten. Esto es lo que debe pensar cualquier persona conservadora, tradicionalista o falangista.

1 Comentario

  1. Dudo que ningún conservador, tradicionalista o falangista piense como tú crees, y refuto completamente tus aseveraciones. Encuentro tu artículo torticero y falsario. Por ejemplo: si sufren apagón informativo es precisamente porque no son en absoluto un pp,sino disidentes y subversivos para el «stablishment» de la misma manera que lo es Orban para la UE. Como buenos acaparadores, las sucursales locales de las marcas europeas pp y psoe y sus esbirros mediáticos, marginan al que amenace su expolio y parasitismo. Si en Vox se acomodaran al contrario, se les daría la atención debida a la tercera fuerza política del país,pero ya sabemos qué clase de gente controla los medios mayoritarios: la misma clase de ralea que forma tanto el pp como el psoe. Cómplices bien conchabados, escasos de principios pero ahítos de avaricia. Vox, sin embargo, preconiza una postura de compromiso en base a las posibilidades actuales de España y de los españoles, desde la viabilidad económica de las pensiones a la reivindicación de los valores inmanentes. Eso los convierte en valiosos, al enfrentarse a la mediocridad borreguil cosmopolita y cosmopaleta que sigue la corriente mayoritaria. Claman viva España,con orgullo de nuestra historia, pues es la mejor de todas las habidas,como celosos defensores de nuestra soberanía. Contra la tiranía neopuritana de la convención social progre importada,lo «políticamente correcto» tan yanqui,la ideología y lobbismo lgtbyz y de género tan marxista,el multiculturalismo esquizoide,feminazismo que no es feminismo y hasta la negación de la biología: reivindican el sentido común y la verdad que nace de la objetividad. Ante la extinción de la dignidad humana,defienden la vida. Frente a los tabús y complejos de la supuesta izquierda sociata y supuesta derecha pepera,puesto que ppsoe no son ni lo uno ni lo otro,afirman identidad y principios. Ofrecen alternativas realistas en lo económico, pues sería insostenible cualquier nueva falsa promesa izquierdista,con sus ideales irrealizables y propuestas temerarias.
    Por supuesto que NO son muy de derechas en Vox,hay que ser muy ingenuo para pensarlo o un perfecto ignorante; pero de ahí a que sean neoliberales o intenten parecerse al vacuo pp,o se les pueda asimilar como iguales o semejantes, hay que ser lelo para creer tal cosa o muy hipócrita para decirlo. Por otra parte, los que les llaman fascistas,fachas o ultraderecha deben de ser ultraimbéciles para desbarrar de tal manera.

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