Hace pocas fechas, escribimos que el establishment había puesto a funcionar los medios de comunicación contra el PSOE de Pedro Sánchez, bien para doblegarle y hacerle ir por el camino que ellos quieren, o bien para someterle a su partido Ciudadanos. Hicimos uso de la ironía, incluso, con cierta conspiración contra los socialistas españoles. Pero lo que parecía una sospecha, parece irse convirtiendo poco a poco en una realidad. En algo que va más allá de ciertas diferencias para convertirse en una campaña totalmente dirigida, subliminalmente, contra el PSOE. Por ello vamos a analizar los titulares y artículos referentes al PSOE del diario El País a fin de ver si realmente están contra el PSOE o es un cabreo de la Ejecutiva.

El País junto a Diario 16, excepto en la época Pedro J. Ramírez, han sido posiblemente los dos medios que los votantes y militantes socialistas más han ojeado. La desaparición durante unos años del segundo, que ahora ha vuelto con sus investigaciones libres como demuestra el caso Banco Popular, dejó a la cabecera del grupo Prisa como el referente del progresismo socialista español. IU se repartía entre éste y El Mundo, hasta la aparición de otros medios como Público. El intento socialista de tener un medio de comunicación “propio” con El Sol no resultó y así sólo ha habido un foco más o menos socialista en los medios de comunicación, El País. Un medio de la burguesía progre española, pero burguesía al fin y al cabo, que ha coqueteado con el progresismo y lo rosa (más que rojo) para tener controlado al socialismo patrio. Nunca fue un periódico de izquierdas, pero lo aparentaba.

Artículos de ataque directo.

El último artículo que ha molestado a la militancia socialista ha sido “Los votantes socialistas ven más futuro en el proyecto de Ciudadanos”, un análisis sumamente pobre, sociológicamente hablando, de un sondeo realizado por Metroscopia para el periódico. Un análisis del cual no se ofrecen las tabulaciones reales, como sí hace el CIS, sino que se nos muestran los datos que el medio quiere. En el mismo, indirectamente, se le advierte al PSOE del peligro que hay por seguir la senda que está siguiendo. El “nuevo error” de Pedro Sánchez al posicionarse en las cuestiones sociales y no prestar atención a configurar España como núcleo vertebrador, como sí hace Ciudadanos.

Una muestra más del poder del establishment para hacer claudicar a los medios y ejecutar su acción contra el PSOE. Una España como nación única, tal y como defiende Ciudadanos, es buena para el capitalismo (patrio y extranjero). Cohesiona y permite ejercer la explotación de mejor forma. Si el PSOE se sale de esa senda y hablar de plurinacionalidad, provoca una quiebra en esa homogeneidad deseada por el establishment. Ernest Gellner ya dijo en los años 1950s que el nacionalismo, especialmente el del Estado-nación, era producto del liberalismo para conseguir una mayor expansión interna de las relaciones de producción capitalistas (y por tanto relaciones sociales de producción).

A este artículo hay que añadir el artículo del día 6 de febrero donde se alababa la claridad de Ciudadanos frente a la opacidad de PSOE (y PP). “Premio a la claridad” se titula y, siguiendo el sondeo (bien hecho) del CIS, advertía que PP y PSOE “caen frente al ascenso de Ciudadanos”. Caer una décima en análisis electoral donde el margen de error está en el ±3%, no es caer. Es más bien mantener la estabilidad. Pero hay que hacer ver que el PSOE está equivocado en su apuesta ideológica y estratégica o como se dice “su indefinición frente a Ciudadanos”. Ya hacían algo así los artículos “La lenta descapitalización del PSOE” y “Los errores del nuevo PSOE”, que ya fueron analizados. Pero si se percatan de la sutileza, decir “indefinición frente a Ciudadanos” supone situar subrepticiamente en el centro modal a la formación naranja y hacer girar toda la política sobre ellos. Sutilmente se desprecia al PSOE.

Ayer 12 de febrero también se produjo una publicación que decía “Sánchez cambia el modelo de partido para ganar poder interno frente a las federaciones”, también conocido (hubo cambio de titular) como “Sánchez resta poder a los líderes territoriales en su nuevo modelo de partido”. Todo ello por el cambio del reglamento interno que deberán aprobar en el Comité Federal esos mismos a los que va a quitar poder, según parece. Si se analiza desde una perspectiva politológica el reglamento, se podrá observar que el posible poder que gana Sánchez a nivel federal (aprobado por la mayoría de delegados y delegadas en el 39° Congreso, todo hay que recordarlo), es el mismo que confiere a los barones territoriales en sus regiones. Se puede blindar frente a dimisiones en la Ejecutiva, pero también lo hace con los demás. No hay normas para él y para los demás otras. Pero el caso es meter cizaña dentro de la organización a ver si saltan los barones. Unos barones que, por cierto, han cerrado filas con el actual secretario general. Todos y “todas”. Pero esto no lo cuentan.

Otros artículos que han ido directamente contra la yugular del PSOE son los referidos a los posibles pactos de Estado sobre financiación autonómica y el agua. Y se utiliza, para reforzarlo, unas declaraciones de Javier Fernández: “Javier Fernández celebra que Pedro Sánchez rectifique y se abra a pactar con el PP” escribían el día 23 de enero. Con estos titulares se ejecuta un doble mecanismo. Por un lado, se hace ver que Sánchez vuelve a los tiempos de la Gestora para enfadar a sus militantes y votantes. Y, por otro lado, se potencia la imagen del bipartidismo, de lo viejo, como algo a superar. Cuando lo sencillo es que debería haber un pacto en esos temas porque, a petición de los barones de uno y otro partido, el problema de la financiación es urgente y son estos dos partidos los que gobiernan la mayoría de CCAA. Y el problema del agua tres cuartos de lo mismo. Pero el caso es malmeter.

Por último, por no alargar más los artículos que son un ataque directo, cabe destacar que cuando Sánchez presentó su propuesta de impuestos a los bancos para pagar, de momento, de forma transitoria (o no, ya se verá), las pensiones, El País atacó con un editorial que se titulaba “Propuesta equivocada”, el 10 de enero. Así, en toda la frente al PSOE, sin miramientos, ni esconderse. Y una frase para definir la posición del medio de Prisa, con una deuda de 881 millones, y en manos de fondos de inversión y el banco de Santander (¿Por qué no hablarán del caso Popular? ¿Tiene que ver con su accionariado?): “La demagogia no garantizará la estabilidad del sistema de pensiones”. ¿Demagogia y populismo en el PSOE? ¡Atrás Satanás! Debió pensar el consejo editorial (donde tienen mano Rubalcaba y González).

Artículos de ataque indirecto.

Un ataque indirecto es potenciar una metedura de pata de uno de los dirigentes regionales, por ejemplo. Como sucedió en el caso del PSOE de Madrid, donde su secretario general José Manuel Franco, tan pegado él a este medio, les explicó que haría candidaturas de unidad de la izquierda (pero con la izquierda sospechosa de tarjetas black, la hundida o la magenta, si es que puede decirse que UPYD son algo parecido a la izquierda). Algo que ni había consultado con su propia Ejecutiva, según fuentes internas, ni con la Federal. Se tiró al monte, y fue aprovechado para atizar a Sánchez al final. Y una semana estuvieron con el tema, del 25 al 31 de enero.

Otro artículo sutil y sibilino es el escrito por Juan Luis Cebrián, “La prensa libre, frente a la posverdad”. Allí Cebrián hace de pontífice del conocimiento criticando al falta de intelectuales y sabios en España, salvo él suponemos, y explica que “muchos electores no se sienten representados por el sistema”, pero no por culpa de la precariedad, la explotación capitalista, o la corrupción, sino porque los partidos, especialmente el PSOE, no lo defienden. ¡Toma ya! Así dice que el cierto partido está cayendo en “los reclamos churriguerescos de una democracia directa”, como hacen en Podemos, por cierto. Acusa indirectamente al PSOE de abrirse a la democracia populista, según Cebrián. Al que habría que recordar que Jacques Rancière, un intelectual francés bastante reconocido allí, dice que la democracia representativa no es democracia como tal, que sólo la democracia directa lo es. Y no lo dice por los referenda o consultas, sino por la verdadera democracia directa que, igual, Cebrián ni sabe qué es.

Otro artículo de este estilo es el escrito por Félix de Azua, titulado “¿Qué hacer?”. No piensen que se ha vuelto leninista, o que presenta un programa orgánico para un partido revolucionario, no. Sólo se pregunta. Y se responde que el socialismo español, esto es, el PSOE, “hace años los socialistas organizaron un sistema educativo europeo, una sanidad pública, una justicia soberana, y otras urgencias. En la actualidad se ocupan del asunto de los miembros y las miembras, las naciones de naciones o las izquierdas y los izquierdos”. Lo que deberían hacer es justo lo contrario a lo que hacen. Dejar de ser reaccionarios. Porque los verdaderos progresistas son los neoliberales de Ciudadanos, claro. Eso al menos le faltó escribir para dejarlo claro.

Por tanto, ¿tienen motivos en el PSOE para sentirse acosados o vilipendiados por El País? Parece ser que motivos sí existen. Pero también en otros medios de comunicación se siguen estos parámetros. Lo que pasa es que no duele tanto por haber confiado en el grupo Prisa como un referente progresista. Ahora, ya son los embajadores de la operación Macron española. El intento del establishment de situar en el Gobierno a las fuerzas naranjas.

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