El caos parece haberse apoderado de la Comunidad de Madrid. No sólo es la región española con más casos de coronavirus, casi el 50% de los 2.128 que había anoche, sino que aparentar tomar la decisiones a salto de mata. La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha salido con una discurso muy voluntarista (“Madrid es muy fuerte y aguantará esto”) sino que las medidas tomadas hasta el momento no es que parezcan demasiado eficaces. Suspender las actividades deportivas y culturales en la Comunidad es lógico pero insuficiente. Suspender las clases en la educación, sin medidas para que los progenitores se hagan cargo de la chavalería, o permitir que los estudiantes universitarios de otras regiones puedan volver a sus lugares origen (llevando consigo, en algunos casos, el virus) no parecen las mejores medidas.

Una vez que el caos se ha instalado y como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que se tomarían medidas contundentes, se podría aprender de China y Corea del Sur. Por si no les gusta el primer país, por aquello de que es una dictadura comunista, el segundo es una democracia liberal. El Gobierno chino en cuanto observó que en Wuhan la situación comenzaba a irse de las manos, a causa de la propagación del virus, tomó la medida de aislar a la misma cantidad de personas que viven en Madrid. La presidenta madrileña dice que no lo han valorado pero deberían hacerlo cuanto antes porque, comparados los porcentajes de infectados, el foco de infección es claro. Se aísla, se cierra todo sin importar lo económico (en Italia sólo permanecen abiertas farmacias y tiendas de alimentación) y así se evita que se expanda allende las fronteras madrileñas.

También podrían hacer una aplicación de móvil, como explican en el tuit que se aporta, y que han empleado en Corea del Sur para que el personal sanitario no se vea saturado y las personas infectadas o no sepan a qué atenerse y por donde moverse, dentro del aislamiento claro. Ante el destrozo que los gobiernos del PP han hecho de la sanidad pública con recortes en todos los recursos que han podido, si con una aplicación informática se evita el desplazamiento de personas infectadas y se lleva a cabo una prueba in situ sin peligro para el personal que la realiza, mejor que mejor. En China, el gobierno comunista también ha utilizado una aplicación informática para el teléfono móvil con alertas roja, amarilla y verde para que las personas se muevan por las diversas zonas. Si la alerta era roja, esa persona debía irse a casa, avisar y ponerse en cuarentena. ¿Frena esto la expansión del coronavirus de forma total? No, de hecho en Seúl ha aparecido un nuevo brote inesperado, pero se contiene de mejor forma.

¿Tendrá valentía Díaz Ayuso para tomar esas medidas a nivel regional? Seguramente no. ¿Tendrá valentía el Gobierno central para tomar medidas de ese tipo? Dijeron que sí lo harían. Ahora bien ¿quién le pone el cascabel al gato? Que el virus no vaya a acabar con todo el mundo, aunque tiene una alta mortalidad, no empece para que acabe convertido en una pandemia total dentro de España. Más allá de las medidas y precauciones que deben tomar todas las personas de manera individualizada (no desplazarse fuera de las zonas de residencia, salvo fuerza mayor; lavarse bien y constantemente; no frecuentar lugares atiborrados; no caer en el pánico y comprar compulsivamente…), el Gobierno madrileño y estatal tienen la obligación de que no se expanda más allá de las fronteras interiores. Medidas de inteligencia artificial y medidas contundentes son las que deberían copiar sin esperar y sin dudarlo. A ello añadir una compra de respiradores porque no hay en la mayoría de hospitales suficientes.

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