Cuando Toni Negri y Michael Hardt escribieron su magna obra Imperio no estaban pensando precisamente en la potencia imperial militar estadounidense. O no sólo pensarían en ello porque, no es sólo que se imponga una cultura homogeneizadora al resto de la humanidad desde el centro imperial y un modelo único de relaciones sociales (y por tanto de producción), sino que, en manos de Donald Trump, Estados Unidos es de facto el matón del barrio en todo el orbe. Salvo que Vladimir Putin, que también da mucho miedo, se lie la manta a la cabeza, Estados Unidos es hoy la cabeza del Imperio militar y económico. Por ello, no necesita de la Organización de Naciones Unidas, ni nada más para atacar Siria de manera unilateral. En esta ocasión, acompañado por la Francia de Emmanuel Macron, quien está haciendo oposiciones frente al Imperio para ser el nuevo aznarín, el muñeco saltarín, de EEUU. Porque, obviamente, Gran Bretaña no es más que otra marioneta del poder imperial.

Por ello las senadoras de Unidos Podemos-En Comú-En Marea  Idoia Villanueva y Sara Vilà, portavoz y portavoz adjunta de la Comisión de Asuntos Exteriores respectivamente, registraron ayer martes, 17 de abril, una moción para instar al Gobierno a condenar los bombardeos perpetrados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido en Siria, así como a liderar una agenda de paz en Oriente Medio. Lo que en tratándose de M. Rajoy suena, sin duda, a utopía.

Como se recordará, el pasado 14 de abril estos tres países lanzaron, sin el consentimiento de la comunidad internacional, un ataque de 107 misiles desde cazabombarderos y fragatas en el Mediterráneo y el Mar Rojo contra el Centro de I+D de Barzah, en las afueras de Damasco, y un puesto de mando y un supuesto almacén de armas químicas en el oeste de Homs. Concretamente, España ha colaborado con este bombardeo cediendo la base de Zaragoza. Además, sigue teniendo activada la misión Activa Fence, que cuenta con una batería de misiles Patriot en Turquía para proteger a este país como aliado de la OTAN ante un posible ataque de Siria, según el Ministerio de Defensa.

“No hay ninguna resolución de las Naciones Unidas que haya legitimado este ataque, por lo que España de ninguna manera puede dar apoyo a este camino de la política exterior estadounidense que está fuera del derecho internacional y de las Naciones Unidas, e incluso del consenso de la OTAN”, ha afirmado Sara Vilà. En la ONU no se alcanzó acuerdo alguno, como se contó a principios de abril, por lo que este ataque ha sido unilateral y con sólo indicios, como ya sucediera en la guerra de Irak de 2003-2004.

Por ello, las senadoras instan al Gobierno con esta moción a condenar los bombardeos  y “poner fin de manera inmediata a las masivas violaciones de Derechos Humanos que sufre desde hace 7 años el pueblo sirio”. Asimismo, solicita no colaborar con ningún ataque ilegal a Siria, suspender la misión Active Fence en Turquía y seguir apostando por investigaciones independientes de la ONU en relación a las armas químicas. Por último, la iniciativa pide al Gobierno que promueva y lidere una agenda de paz para Oriente Medio. La senadora Villanueva ha explicado que “es necesaria una tregua humanitaria garantizada por la comunidad internacional con voluntad para negociar un acuerdo de paz definitivo en el que se tenga en cuenta a todas las partes”.

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