Fuente: Francisco Núñez

Si piensan que la presidenta de la Comunidad de Madrid es un histrión de la política, eso es porque desconocen a quien Pablo Casado situó al frente del PP de Castilla-La Mancha. Si Isabel Díaz Ayuso es conocida nacionalmente por sus frases inconexas, por esa mirada perdida que parece que le hablan seres de ultratumba o por su falta de palabra y coherencia, es que no han visto ni escuchado al presidente del PP manchego. Incluso si les parece que el binomio Juan Manuel Moreno Bonilla y Elías Bendodo son un par de jetas que están en San Telmo llevándoselo crudo, es que no conocen a Francisco Núñez. Él es todo eso y mucho más. El tal la simpleza y la desvergüenza del político manchego que si no fuera porque las cosas de esa comunidad no importan a casi nadie –en el ámbito mediático a nadie- seguramente ocuparía las portadas y los programas de humor.

El primer ejemplo de carecer de personalidad y ser un meme andante es haberse dejado barba imitando a Casado. Tiene tan poco carácter que hubo de imitar al mayor sinsorgo de la política para aparentar. O simplemente porque pensaba que igual le confundían con aquel y así le harían caso. Imaginen a esos periodistas que deben cubrir la información del PP manchego que se encuentran todos los días con un personaje que sólo sabe quejarse, echar las culpas a Emiliano García Page, que no hace ninguna propuesta y que, para más inri, cada vez que miente acaba pillado y desmentido. ¡Cómo será la cosa que hasta la patronal manchega y diversas asociaciones han hecho públicos mensajes para desdecirle! De hecho, según cuentan fuentes del sector, habrían pedido a la calle Génova que cambiasen cuanto antes al presidente pepero de Castilla-La Mancha. Debe ser por vergüenza ajena.

Ese cambio no se producirá porque Casado lo eligió por ese motivo, para que no destacase, ni hubiese personas más listas que él en cargos de responsabilidad. Y en el caso del manchego a fuer que lo ha conseguido. Y si a eso se le suma que Núñez a su vez ha elegido a personal que no destaque por encima de sus capacidades, imaginen el panorama de la derecha manchega –llegaron a proclamar que Puigdemont es un patriota español-. Porque García-Page ya ha advertido que se irá en cuanto termine la legislatura, pero con esta gente podría gobernar hasta los 65 años sin inmutarse y tomándose un White Label tranquilamente.

Si piensan que se está exagerando, cabe recordar que nada más ser elegido para ser presidente y candidato del PP el simpar Núñez tuvo la gran idea de decir a los cuatro vientos que lo mejor era privatizar la Sanidad. En una región con distancias tan enormes, donde lo público es esencial para personas mayores, donde a las personas mayores se les acerca a los centros de salud u hospitales a cargo de las arcas públicas (sea en taxi rural, ese gran olvidado, o ambulancias), a un señor se le ocurre decir que eso hay que quitarlo… Como Dolores Cospedal dejó una mala imagen y un odio enorme en las personas y los empleados sanitarios, a Núñez sólo se le ocurrió seguir en esa estela. Normal que recibiese una paliza en las urnas. Menos vista que un gato de escayola.

También es el típico tocapelotas de la política. Esa persona que pide a todas horas que quiere reunirse con el presidente manchego y cuando éste le responde que cuando quiera afirma que sólo a las doce de la noche en Almazán. Que si no es en esas condiciones no se reúne. A la semana vuelve a insistir en que quiere quedar pero en esta ocasión para hacer propuestas. Con una paciencia que ni Job, el presidente le dice que estas son las del PSOE y las de Ciudadanos, que si quiere aportar algo o corregir no hay problema. Entonces Núñez, como le han vuelto a dejar desnudo, sale por peteneras y afirma que esas propuestas no le gustan y que si no aceptan todas las suyas no se reúne. ¿Cuáles son las propuestas de Núñez? Como las de Ayuso para que se hagan una idea o como las que se escriben en el aire.

Pero donde más gracioso es el personaje es en la cantidad de mentiras que dice por minuto. Lo gracioso no es mentir, como pueden suponer, sino que le pillan en todas y cada una de las que dice. El diputado del PSOE Sergio Gutiérrez mostró hace poco la última de estas mentiras que le han merecido una reprimenda de la Cámara. Retratado y con la poca vergüenza de pedir perdón. Lo mismo pasó con imágenes sobre hospitales que no existen en la región o que son de “vaya usted a saber dónde” pero que intentó que colasen como manchegas. No extrañaría que llegase a acusar a Page de la guerra en Azerbaiyán. Total como no sabe ni dónde está seguramente, salvo que es lejos, pensará que nadie se pondrá a verificarlo. Dice hoy una cosa y mañana la contraria si hace falta para no tener que mojarse. De hecho cuando llueve no sale a la calle…

A Casado le importa bien poco no ganar en Castilla-La Mancha pero sí le interesa tener alguien muy por debajo de sus capacidades. Para alegría de la izquierda, todo hay que decirlo. A Núñez, para terminar, cabría aplicarle las palabras de Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver: “Es una criatura completamente carente de alegría y pena, amor y odio, piedad y cólera […] nunca dice una verdad sin la intención de que se tome como mentira, ni una mentira salvo con el propósito de que se tome como verdad […] La pero señal que de él puede recibirse es una promesa, sobre todo cuando va ratificada por juramento, tras lo cual el hombre prudente se retira y abandona toda esperanza”. Eso es lo que hace García-Page, retirarse prudentemente por mucho que le llame Paco, o El lonchas, o el llantos… Por suerte Núñez no gobierna porque superaría a Ayuso en todo, incluyendo los contratos al viudo con gafas.

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