En una de sus famosas arengas/broncas, Luis Aragonés se plantó frente al equipo y les explicó con claridad que la falta de brío, de casta y de intensidad en el entrenamiento, algo que se refleja en el juego, había llegado al límite. Tras recordarles que a él si le echaban le sobraban equipos por los que fichar, terminó con un “este grupo estás haciendo el gilipollas” y todos para la caseta. Eso mismo ocurre hoy en día en el Atlético de Madrid, que están haciendo el gilipollas.

Si hacemos historia como entrenador del Cholo Simeone habría que trasladarse al segundo campeonato con River. Tras ganar la liga al primer año (ya saben que en aquellos tiempos era media temporada o campeonato corto), en el segundo el equipo se hundió hasta el fondo. No bajó por la puntuación que utilizan en Argentina, pero al año siguiente, con otro entrenador, River se fue a la B. ¿Podría estar sucediendo lo mismo este año? Tiene toda la pinta de que los jugadores se saciaron, se acomodaron y no aguantan la presión de llevar la elástica rojiblanca.

Que la Liga no tape algunas cosas

La Liga conquistada el año pasado es un lapso entre dos temporadas para hacérselo mirar. Prácticamente son los mismos jugadores estos tres años. Algunos han dado el paso adelante, como Llorente en una demarcación nueva (hay que recordar que se le fichó de pivote para tapar la venta de Rodri), y otros se han dejado llevar. Y lo peor de todo es que no le ponen ganas. Porque se puede ser malo y tener carencias de calidad (que algunos las tienen para jugar en La Liga), pero la entrega debería ser irrenunciable.

Que Javi Serrano, sólo con ímpetu, fuese el mejor jugador del partido contra la Real Sociedad dice muy poco del resto de jugadores. Porque los fallos atrás no sólo son producto de la carencia de calidad sino de no entender el juego. Los defensas dan miedo pero es que el mediocampo presiona tanto como una mariposa apoyada en una amapola. El sistema defensivo se ha caído, más allá de las lesiones eternas de Savic y Giménez, desde el delantero centro hasta el portero. Y eso es por falta de actitud, que es lo que se pone cuando hay bloqueo mental. Te pueden ganar pero sin dar lástima.

Intensidad y riesgo

Y la creación de juego al ritmo de un vals… hasta el Brighton & Hove Albion de la premier tiene más velocidad. Jugando andando no le ganas ni al peor equipo de la liga francesa. En toda Europa hay intensidad y rapidez en el pase. El Atleti, cuando no fallan pases de dos metros, juega a un ritmo tan cansino que hasta al sopor sale dolorido. Y eso es culpa del Cholo Simeone y de los jugadores. De éstos últimos porque son los responsables del juego en sí y del entrenador por no hacer lo que seguramente tenga ganas de hacer.

Simeone siempre ha sido muy de respetar jerarquías y veteranía. No le ha ido mal con esa política. Pero tenía jugadores comprometidos y con cuajo. Hoy en la plantilla ¿quién tiene nervio y casta? ¿Suárez? ¿Oblak? No sólo es lo descompensada que está la plantilla, además de corta, es que no tienen sangre en las venas. Y si hay que poner a dos o tres del filial para agitar el avispero del amor propio, igual hay que hacerlo. Por muy imberbes que sean, los fallos grotescos en defensa que cuestan puntos cada partido seguro no son tan exagerados si se pone a Lama. Ni el mediocentro va a estar más relajado si es Serrano quien está.

Mirar al palco de una vez

Y ojo, el mayor culpable se sienta (en realidad no se sienta porque está dando vueltas por la M-40) en el palco. Miguel Ángel Gil con sus trapicheos y fichajes raros ha descapitalizado al equipo de jugadores con casta, llenándolo de pechos fríos. Y cuando vienen mal dadas no hay dinero para fichar un central decente (no un genio del fútbol), un lateral derecho y un mediocentro. Que no deben ser nombres, sino hombres que la sepan pasar a los compañeros. Y que si hay que despejar mandar el balón fuera del estadio no duden, ni fallen.

Si hay jugadores que están intentando hacer la cama al entrenador, mañana mismo se venden y/o regalan. Y al Cholo se le renueva por diez años para que sepan con quien se juegan los cuartos. Como esto es difícil, porque tampoco es que las luces brillen en el vestuario, igual una gilina y tres fichajes (con alguna salida) para mover el avispero no vendrían mal. No lo harán. Como mucho Wass. Por tanto deben desde arriba dar la confianza al entrenador de que si pone a los chavales del filial luego Gil no va a hacer cariñitos por la espalda a los jugadores. Ganan mucho para lo malos que son algunos. Y eso es culpa del palco, no del entrenador.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here