¡Inútiles! Sin pensar mucho más en un calificativo para todos los que conforman el Atlético de Madrid. Desde Gil Marín hasta el caritas Félix, pasando por el propio entrenador. Ayer no era un día para intentarlo sino para hacerlo. Y no lo han hecho. Había que ganar, no sólo por tener oportunidades claras y sin depender de nadie para clasificar a octavos, sino porque va siendo necesario que este equipo responda alguna vez en las situaciones comprometidas. Que la afición rojiblanca ha olvidado las veces en que se ha producido este hecho. Tal vez desde el partido contra el Valladolid para ganar la última liga.

Inútil Miguel Ángel Gil Marín por no meter en vereda a Luis Rubiales. Inútil Enrique Cerezo por hablar de películas eróticas. Inútil Andrea Berta por no colocar a algunos jugadores que no deberían vestir las rayas canallas y no fichar un delantero centro con gol que es lo que le hace falta como el comer al equipo. Inútil el Cholo Simeone porque cada vez que hace cambios el equipo se cae o termina peor. Ayer ni la flor del cambio raro le funcionó. Inútil João Félix porque las caritas se las debe guardar o ponerlas cuando haya hecho algo destacable más allá de dos caños intrascendentes en medio campo (eso cuando no le quitan el balón por tolai).

Inútiles los jugadores que pasaron ayer por el césped del Metropolitano porque, pese a jugar decentemente (nada magnífico), no supieron dejarse todo en el campo y marcar aunque fuese un gol. No vale de nada realizar mil tiros si no hay eficacia. Lo de hacer internacional al portero contrario ya se conoce bastante en el Metropolitano, pero tampoco es que las paradas hayan sido estratosféricas. Si hubiese algo más de empeño y cabeza tendrían que haber ganado por lo civil o lo criminal. Esta no puede ser la motivación de jugadores que vistan la rojiblanca. No merece la pena señalar a ninguno porque cada cual tiene sus filias y fobias. Todos han fallado.

El Atleti, gracias al empate, igual tiene suerte y logra clasificarse, siempre y cuando el Bayer Leverkusen y el Oporto lo hagan mal contra los rojiblancos y contra el Brujas. Y tanta suerte no parece que vaya a haber. Con la incapacidad para sacar córneres, tirar faltas o enlazar un mínimo juego de ataque rápido que tiene este equipo, nadie tiene claro que se vaya a vencer los dos próximos compromisos y pasar a octavos. Es tan desesperante que acaban hastiando a la afición que había acudido con cierto ánimo de animar y no insultar.

¿De qué ha valido fichar una psicóloga o traer a Gustavo López? ¿Dónde está la mejora? ¿No ven en el banquillo que hay jugadores que o bien se reservan para el mundial, o bien no tienen calidad suficiente para jugar más en este equipo, o bien no tienen la dignidad de portar las rayas canallas? No sería la primera vez que el Atleti mete la pata y es eliminado de forma estrepitosa, pero cuando menos se veía que era con jugadores que se dejaban todo hasta el final. Si se juega con fuego acaba uno quemándose y utilizar la calculadora sólo para las matemáticas. Este Atleti es nihilista, no hay valores, ni ganas, ni nada.

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