Entrar en una bodega es penetrar en una dimensión que nos traslada a lo ancestral, a la tradición, sin abandonar los nuevos tiempos. El olor, la mezcla del aroma del vino con la madera de los barriles, nos lleva a un mundo diferente. Silencio, frescor, tiempo. Como dijo Jorge Luis Borges, «El vino/fluye rojo a lo largo de las generaciones/como el río del tiempo y en el arduo camino/nos prodiga su música, su fuego y sus leones». Todas esas sensaciones las encontramos cuando entramos en Bodegas Peñafiel.

Están situadas en la Milla de Oro de la Denominación de Origen Ribera de Duero, vigiladas por la imponente figura del castillo de Peñafiel. Allí se hace vino utilizando las artes ancestrales que se aplican con todo el esmero en cada uno de sus vinos.

El lema de Bodegas Peñafiel es «La esencia del vino nace en el viñedo» y es cierto que todo el proceso debe comenzar precisamente por la elección de la planta y por el momento de la vendimia. La experiencia en ese arte ancestral ha dado a Bodegas Peñafiel el acierto de saber elegir el momento en que empezar la vendimia para que la uva se encuentre en el punto exacto para que el resultado de todo el proceso de elaboración sea óptimo y los caldos tengan la calidad necesaria. En esto también es muy importante la elección de la madera de las barricas para que la crianza y el descanso en la botella den al vino delicadeza, finura y elegancia.

El viñedo más apreciado es el llamado «La Viña de Rafael». De esos viñedos nace Silencio de Miros, un vino mimado desde la vendimia y criado en barricas de roble francés. Tiene un color picota con ribetes violáceos, con aromas a grosellas, ciruelas y pasas. Ligeros toques a violetas y trufas. Aromas integrados con trasfondo de torrefactos de café y toques especiados tras su suave paso por madera de roble francés. Su sabor es elegante y vivaz con una ligera astringencia final particular del viñedo.

Otro de los vinos más apreciados es Mironia, cuyo reserva permanece 18 meses en barricas de roble francés de tostado medio y medio bajo comprende su crianza, para no enmascarar la esencia de este moderno reserva. Tiene un color picota intenso con ribete dorado con aromas a frutas maduras negras del bosque, toques especiados y balsámicos. Su sabor es carnoso y persistente, con la elegancia y potencia típicas de Ribera del Duero.

Miros de Ribera es un vino cuyo reserva permanece 24 meses en barricas de roble francés. Tiene un color picota intenso con ligero ribete granate perfilando en copa con aromas a frutas negras del bosque y toques especiados y balsámicos. En boca es carnoso y persistente, con la potencia típicas de Ribera del Duero.

Barón de Filar es un vino de primera clase cuyo reserva permanece 15 meses en barricas de roble francés y americano. El color del vino es de intenso color rojo picota, con reflejos teja en su trasfondo. Espesa lágrima de color sangre que se desliza suavemente en la copa. Su aroma es intenso, predominando los ahumados, especias negras, cocos, tabaco, vainillas y torrefactos con ligeros tonos a frutas negras del bosque. Su sabor es carnoso, y envolvente, con matices céreos en su paladar. Se percibe un tanino potente pero maduro, a la vez que mantiene una ligera frescura de recuerdo frutal.

Bodegas Peñafiel no dispone sólo de vinos de la Denominación de Origen Ribera de Duero sino que también dispone en su catálogo de vinos de la Denominación de Origen Priorat (Princep del Priorat), Rioja y Navarra.

 

 

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