A pesar de los datos favorables y del reconocimiento internacional en materia de seguridad, Luis Abinader es un presidente que está demostrando que es un inconformista y que quiere más, que no se queda con el elogio, sino que aspira a que el pueblo de la República Dominicana pueda vivir seguro.

Por esta razón ya se han firmado acuerdos con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para fortalecer la seguridad y optimizar la detección de riesgos. En concreto, y en el marco de la Cumbre de las Américas, el director general de Aduanas de la República Dominicana, Eduardo Sanz Lovatón, firmó un acuerdo de cooperación con el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, agencia dependiente del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Chris Magnus.

Ese acuerdo contempla un intercambio activo de información que permitirá mejorar la detección de cargas con riesgos para la seguridad nacional y las recaudaciones. En concreto, tanto República Dominicana como los Estados Unidos mejorarán su capacidad para identificar y rastrear las cargas, los transportes y las entidades que puedan representar un riesgo para las cadenas de suministro internacionales, incluyendo aquellas que pudieran estar incurriendo en delitos aduaneros, así como otros delitos transnacionales.

Hay que recordar que uno de los nichos criminales que más impactan en la vida de la ciudadanía es lo que los expertos han llamado la «facturación fraudulenta», un método para mover dinero ilícitamente a través de fronteras que implica la falsificación deliberada del valor, volumen y el tipo de producto en una transacción comercial internacional de bienes o servicios por al menos una de las partes de la transacción. La facturación fraudulenta se ha convertido en el componente más importante de las salidas financieras ilícitas utilizadas para blanquear capitales, evadir impuestos o reclamar beneficios fiscales a los países

Al manipular de manera fraudulenta el precio, la cantidad o la calidad de un bien o servicio en una factura enviada a la aduana, se pueden transferir de manera fácil y rápida sumas sustanciales de dinero a través de las fronteras internacionales.

Mayor formación para las Fuerzas de Seguridad

El inconformismo de Abinader y la búsqueda de unos mayores índices de seguridad para su pueblo se muestra en que este asunto es uno de los principales objetivos del presidente dominicano. Para ello se ha iniciado un cambio importante, inédito en la historia del país, que es el proceso de transformación y profesionalización de la Policía Nacional con el fin de que ésta ejerza su función de garantizar la seguridad de la ciudadanía dominicana tanto desde los procedimientos democráticos, éticos, humanistas, como desde la eficacia que, finalmente, repercutirá en el pueblo.

Para obtener el resultado esperado, Abinader nombró al experto internacional en materia de seguridad José (Pepe) Vila Del Castillo como encargado de la Comisión Ejecutiva para la implementación de los planes, estrategias y políticas de transformación y profesionalización de dicha institución. Una policía compuesta bajo conocimientos profesionales y éticos es la garantía de un país en donde reine la Seguridad Ciudadana.

La seguridad, un activo económico

Luis Abinader, a diferencia de otros jefes de Estado o primeros ministros mundiales, no es un político profesional, sino que tiene una visión de la gestión de gobierno que sabe analizar los impactos de todos los elementos y escenarios que impactan sobre un país. Esta capacidad de análisis que va más allá de la pura política es una ventaja de la que se está beneficiando el pueblo dominicano.

La seguridad es, además de un elemento social, un activo económico, sobre todo para un país como República Dominicana que tiene entre sus mayores industrias el turismo. Todo el mundo ha visto cómo destinos turísticos internacionales como Acapulco, Egipto o Túnez, por ejemplo, han decaído por la falta de seguridad. Esto lo sabe Luis Abinader y su lucha para terminar con la inseguridad busca proteger la prosperidad del pueblo y la creación de puestos de trabajo.

A nivel internacional se está valorando esta gestión, tanto desde el punto de vista público como el privado, y los acuerdos firmados con aerolíneas internacionales para aumentar las rutas hacia República Dominicana así lo muestran. En una situación de crisis del sector aeronáutico por culpa de la pandemia, las compañías no realizan apuestas arriesgadas, sino, más bien al contrario, si deciden abrir nuevas rutas es porque se valora como una inversión segura. Estos matices, que desde la oposición sólo se ven desde la política, son los que Abinader lee desde el escenario económico que, finalmente, tendrá un impacto directo en la vida del pueblo.

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