El mensaje que ha encendido a las bases y cuadros socialistas se titula así “Rajoy ha comparecido gracias a ti”. En el mismo los dirigentes socialistas acusan, como no podía ser de otra manera, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la corrupción intravenosa que asola al PP. Posteriormente afirma el mismo mensaje “Gracias a afiliados como tú podemos hacer una autentica oposición de Estado para que el mal gobierno del Partido Popular no quede impune. Gracias a tu apoyo estamos construyendo una mayoría progresista que acabe con el gobierno de este partido corrupto”. Hasta aquí todo correcto y tan sólo parecería una campaña interna de marketing, pero los siguientes párrafos cambian radicalmente el sentido del mensaje.

Tras alabar al afiliado o afiliada de turno, desde la cúpula del PSOE se descuelgan pidiendo una donación a la militancia: “Sigue ayudándonos. Puedes hacer hoy mismo una donación de 3€, 5€ o 10€ para que podamos seguir creciendo y desalojar a Rajoy de la Moncloa”. Y no terminan ahí, utilizando un lenguaje motivador y directo al bolsillo sentimental del afiliado o afiliada le instan a la donación si es que quiere “seguir luchando contra este Gobierno que abandona a los que menos tienen”. “Si estás harto de ver cómo la corrupción rodea al Partido Popular mientras las instituciones se desgastan, si quieres acabar con los recortes sociales mientras unos pocos se enriquecen, ayúdanos ahora” terminan la misiva electrónica. La última frase casi parece indicar que será la afiliación socialista la que abonará los recortes, pero con extras tan pequeños no llegarán ni a pagar las recetas de la abuela Paca.

Las redes socialistas se han encendido y esos mismos militantes de base, que auparon a Pedro Sánchez y sus amigos al poder del partido, han estallado ante semejante tropelía de la Ejecutiva de Ferraz. Hay que hacer constar que en la mayoría de los casos esas buenas gentes apoyaron con sus propios recursos camisetas, actos, autobuses, desplazamientos a por avales. Gentes que, en algunos casos, no tenían casi de dónde sacarlo. Pero que en defensa de unos ideales en los que creen se lanzaron a apoyar a un secretario general que, ahora, les pide más dinero.

Mezquina forma de intentar cuadrar las cuentas de un partido que, es conocido, no pasa por sus momentos más boyantes en materia económica. Que ha realizado algún que otro ERE y despidos por no poder soportar las cargas fiscales de los trabajadores del partido. Que, como sucede en Valencia, se ve abocado a vender sus sedes más golosas papara pagar las facturas de tantos años de dispendio incontrolado, incluidos los años de Sánchez. El PSOE es un partido cartel, esto es, necesita de las instituciones públicas y sus dineros para sobrevivir y mover su maquinaria. Tener más o menos afiliados es el chocolate del loro, aportan una buena suma que se antoja insuficiente para pagar todos los gastos que conlleva seguir con una estructura tan enorme. Pero de eso no tienen culpa los afiliados y afiliadas, ya pagan sus cuotas y, en casos como Madrid, un plus extra.

Es curiosa esta petición cuando venimos conociendo en las últimas semanas que se está despidiendo a todo el personal que se considera innecesario, se está haciendo mobbing con algunos asesores del Parlamento, y se está contratando a nueva gente para que colaboren con los distintos ejecutivos en Ferraz. Pero haciendo cálculos, si al menos los que apoyaron a Sánchez pusieran 3 euros en esa campaña de donación, el dinero recaudado apenas serviría para cubrir los 85.000 euros que se ha colocado de salario el secretario general. Sánchez gana más que su “enemiga” Susana Díaz y que la mayoría de los barones regionales. Incapaz de encontrar un trabajo, Sánchez decidió cobrar lo mismo que si estuviese en el Parlamento como jefe de la Oposición, pero pagándolo el PSOE.

Que en el partido de los trabajadores su máximo ejecutivo se coloque un salario que es diez veces mayor que el salario medio interprofesional, es desde luego como para clamar en el cielo. Cuántos afiliados socialistas se acercan siquiera a esa cantidad. En el mensaje donde piden dinero afirman que el Gobierno deja tirados a los que menos tienen, pero Sánchez no quiere ser de esos que están tirados y se pone un salario de 6.000 euros mensuales en catorce pagas. Igual que las bases vamos. Pero es que la cosa no termina aquí, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis aún no se conoce si ha sido “liberado” también para poder ejercer su trabajo en Madrid, tal y como afirmó al dejar su cargo dentro de la estructura de la Junta de Andalucía. Entre otras cosas porque nadie ha querido decir nada desde la Ejecutiva. Pero de ser así, fácilmente, habría que sumar otros 60.000 euros al año de gasto salarial.

El caso es que, desde la Ejecutiva del PSOE, parecen tomar a los militantes como infantes sin cabeza y dispuestos a todo por su “líder”. Pedir dinero para “echar a Rajoy” cuando la vicesecretaria general, Adriana Lastra, ha manifestado que no se puede presentar una moción de censura al PP porque “la aritmética no da”, es cuando menos un intento de tomar el pelo a la militancia. Y un insulto a su inteligencia habría que añadir. Si esto se le llega a ocurrir a la presidenta andaluza seguramente hubiesen acudido con fuego a San Telmo, pero como se le ha ocurrido a Pedro Sánchez, sólo cabe el cabreo en las redes sociales, no vaya a ser que se moleste y se vaya otra vez llorando.

El “Nuevo PSOE” comienza mal su andadura. No sólo tiene un dirigente máximo desaparecido (¿recuerdan alguna aparición suya en público, salvo en la manifestación de Barcelona?), sino que le pide dinero a las bases para “echar a Rajoy”. Algo que es trabajo del Grupo Parlamentario Socialista, no de los bolsillos de las buenas bases socialistas. O ¿es que quieren ese dinero para pagar más dispendios y asesores Armani como antes del 1 de octubre?

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