Hace algún tiempo, en un lejano estadio al lado del río Manzanares, hubo una hinchada que cada vez que el equipo no rendía, debido a los malos fichajes y demás trampas, se revolvía y gritaba aquello de “¡Gil, cabrón! ¡Fuera del Calderón!”. Hoy en día con el traslado al páramo y las afueras parece que la efusividad de la grada se lanza contra Koke, el entrenador o un señor que pasaba por allí antes que contra el palco. Debe ser que les da miedo que Enrique Cerezo les haga una peineta (que no sería la primera vez).

El Atlético de Madrid tiene una deuda de casi 600 millones de euros, a la cual los amanuenses y dirigentes califican de histórica, escondiendo que en esa historia están los mismos que ahora dirigen la SAD. Vicente Calderón dejó al morir una deuda aproximada de 1.500 millones de pesetas, Jesús Gil la elevó unos cientos de millones más hasta los dos mil y pico que deberían haberse ingresado en el plan de conversión en SAD. 12 millones de euros que han ido creciendo hasta los casi 600 de hoy en día (y gracias a la buena acción deportiva). La venta del Calderón iba a pagar el nuevo estadio y las deudas con Hacienda y la Seguridad Social… y no. No alcanzó. Casi ni la mitad.

Mala gestión en muchas áreas

En esas le vino a ver la suerte al dúo prescrito y nombraron al Cholo Simeone como entrenador. Un parapeto en aquellos tiempos por aquello del vínculo con la grada y que ha resultado ser un salvador de sus actos durante algo más de una década. Pese a los éxitos deportivos conseguidos por el equipo rojiblanco, dos ampliaciones de capital se han debido hacer. Pero el problema no es la mala gestión económica, llevan así tres décadas sobreviviendo, sino la gestión en otros órdenes que generan ingresos.

Conciertos hubo siempre en el Calderón y ahora los hay en el Metropolitano. Han sabido encontrar un nuevo patrocinador que aporta una buena cantidad (¿suerte?, ¿se les encendió la luz?) y un convenio con la empresa que construirá la ciudad deportiva. Sí, porque los Gil llevan prometiendo una ciudad deportiva desde 1987. En Alcorcón no pudo ser, y hasta perdieron dinero, porque no hubo acuerdo político y se pasaron con las pretensiones constructoras (de los Gil y de los del Tamayazo que estaban por ahí detrás escondidos). Ahora la levantarán al lado del estadio mediante un convenio con el Ayuntamiento. ¡Al fin! Les ha costado. Pero esto sólo hace aumentar patrimonio para elevar los activos de una posible venta y no entrar en quiebra técnica.

Lo comercial es horroroso

Tienen un equipo rondando los puestos altos en Champions todos los años. Tercero, segundo o campeón en Liga. Con esto bastaría para poder expandir la marca por buena parte del mundo. Si no tienes una estrella (que las hay) debes construirla, como han hecho otros con sus jugadores. Medio mundo conoce al mediocre defensa de tal equipo inglés y, sin embargo, ni sabe que uno de los mejores extremos juega en el Atleti, por ejemplo. Por no hablar más sobre el horror, temporada tras temporada, de las camisetas.

En esto no son más torpes porque igual no lo intentan. Y como la comunicación es peor que cero, se completa una imposibilidad para la generación de recursos. Todo lo que conlleve cierto gasto (una canal de televisión propi, aunque sea sencillo) e inversión hace palidecer al dúo. La ciudad deportiva sale adelante porque se paga con lo de CVC. Mucho éxito deportivo que no se ve refrendado en la gestión de la sociedad para no tener que estar temblando al final de cada ventana de fichajes.

¿Va a costar dinero la cesión de Lodi?

Luego está la gestión deportiva de fichajes. Ahí se han buscado otro parapeto bueno con Andrea Berta. Parapeto porque se le puede culpar de algún fichaje (cuando no se culpa al Cholo), pero se esconde que tiene las manos atadas casi siempre (por dinero e intereses). Ahora resulta que según Picu Díaz, uno de los amanuenses de Gil, la cesión de Lodi y la llegada de Reguilón van a costar medio millón al Atleti. Según el dactilógrafo el Nottingham Forest paga 5 millones de los cuales hay que descontar el sueldo de Lodi y la mitad del de Reguilón (debe ser por llegar lesionado), lo que deja un gasto de 500.000 euros.

Por suerte parece que no ha sabido entender bien lo que le han dicho al plumilla. La barbacoa se debió desmandar y no lo entendió bien o Gil ha pedido un artículo donde se viese el esfuerzo que hace él siempre por el Atleti. Matteo Moretto, periodista de Relevo, ha desmentido esa información. El Nottingham paga los 5 millones al Atleti y el sueldo a Lodi y el Atleti abona el 30% del salario de Reguilón (1,2 millones aprox.). Es una metedura de pata, pero muestra bien cómo funciona la comandita del gilismo. Normal que las personas decentes, que se creen lo que dicen los medios (incluso a Gonzalit), tengan una visión idílica de Miguel Ángel Gil.

Si no le gusta Simeone ¿por qué no le cesa?

Los mismos que aplauden todo a Gil y Cerezo, desde Miró al señor de Matapiñones, son los que critican casi desde el primer día a Simeone. Que si no les gusta el juego (a veces es insoportable, sí); que si se podrían ganar Champions y ligas a porrillo con esta plantilla (da igual, la plantilla de cada año les vale para decir eso); que si gana demasiado para lo poco que hace (unos 100 millones debe ganar según la fuente del insulto); que si con cualquier otro se jugaría bien y se ganaría… Lo terrible es que esto lo fomentan desde las redes de contactos en radios, televisiones y prensa escrita.

En el Golazo de Gol, al día siguiente de jugar el Atleti, siempre está Miró para quejarse. En las radios cualquiera dice que el Atleti juega a encerrarse (algo que no es cierto desde hace un tiempo, salvo en la eliminatoria con el City), incluso reconociendo que no han visto el partido, y Gil sonríe. No quiere que Simeone sea un ariete contra su gestión. En el quid pro quo que mantienen el entrenador aguanta las tropelías del Ceo y Gil paga por ese silencio.

Al final, el equipo consigue lo que Gil pide pero ya no le gusta lo que le cuesta. ¿Por qué no le cesa y ficha a cualquiera de esos entrenadores que los gilistas le piden? Porque tiene miedo a volver a lo anterior, a tener al Atleti perdido por la mitad de la tabla y estar peleando por Conference con suerte. O a que le exijan que gaste dinero en buenos jugadores y no tener parapeto. Porque lo malo que le está pasando al Valencia es una muestra de lo que podría venir con Gil y Cerezo al mando.

Va siendo hora de mirar al palco

La realidad es que Gil y Cerezo son incapaces de conseguir los ingresos propios de un equipo que están entre los mejores de Europa y, por ende, penan por fichar a jugadores de medianos. Desde hace diez años la inversión de Gil en fichajes ha sido de 55 millones de euros. Habiendo llegado a dos finales de Champions y ganado dos ligas no son capaces de aumentar los ingresos para poder fichar con solvencia.

Esta década de éxito deportivo, con el agotamiento que se va notando del cholismo (para ser sinceros), ha venido a ocultar muchas incapacidades. Si mucha parte de la afición piensa que el entrenador no está a la altura de los retos nuevos, imagínense la dirigencia. Va llegando la hora de volverse al palco y empezar a exigir responsabilidades económicas y deportivas (cada cual que elija las suyas). Lo que es evidente es que esta campaña la plantilla está descompensada y con jugadores que ya no están para jugar en el Atleti (por no hablar de todos los madridistas).

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